
En cuanto al procedimiento, dijo que creen "en el diálogo" y rechazan "la dialéctica de la confrontación". "Algunas fuerzas tacharon el proyecto de anticonstitucional o de reforma encubierta" de la Constitución, dijo en referencia al PP. "Hicimos lo correcto", aseguró, "admitiendo a trámite la propuesta", "lo que exige la democracia, abrir las puertas al debate, al intercambio de ideas" y "no nos equivocamos, como ha confirmado el Tribunal Constitucional", en referencia al recurso interpuesto por los populares. El Estatuto, dijo, es "la mejor argamasa para cohesionar el estado autonómico" y es "plenamente conforme a la Constitución". "Ha pasado el cedazo del análisis de la comisión" y "el resultado es un texto constitucional". Insistió en que el nuevo texto estatutario es una "conjunción democrática del Parlamento catalán y estas Cortes" y "refuerza la unidad" de España; por ello, dijo De la Vega, es "excelente y bueno para el Estado" porque se "circunscribe a la Constitución, y reconoce "la diversidad enriquece al Estado".
María Teresa Fernández de la Vega añadió que el Estatuto "mejora la financiación" e incorpora principios que son "generalizables" a las demás comunidades autónomas, ya que suponen "más autogobierno y más responsabilidad". El destinatario y la razón de ser de ese "mayor autogobierno –dijo De la Vega– es la ciudadanía". Y es que es "un Estatuto que se ocupa y preocupa de los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña". En definitiva, para la vicepresidenta del Gobierno, el texto mejora las condiciones de los ciudadanos catalanes, así como la "unidad" del Estado, los "mecanismos de comunicación entre las Administraciones" de las distintas comunidades y ofrece "estabilidad al sistema autonómico".
Para finalizar, Fernández de la Vega recordó la frase del jurista y político catalán Amadeu Hurtado en 1932 –y que también pronunció en 1979 Miquel Roca– en la que decía tener la absoluta seguridad de que dentro de muy poco tiempo los que habían votado el Estatuto y los que no lo hicieron querrían tener todos el honor de haberlo votado. "Yo lo suscribo", concluyó la vicepresidenta.
Cinco horas de debate
A su intervención le siguieron las de los grupos parlamentarios de mayor a menor (excepto el socialista que intervendrá en último lugar) con turnos de 20 minutos cada uno. Tras esta primera ronda, habrá una segunda de réplica con intervenciones de 10 minutos y una tercera (dúplica) con turnos de cinco minutos. Tras las cinco horas de debate se someterá a votación el texto, en esta ocasión y a petición del PP de forma nominal, por lo que en lugar de utilizarse el habitual panel de recuento de votos, el presidente del Congreso irá llamando uno a uno a los diputados para que, en voz alta, expresen el sentido de su voto –sí, no, o abstención.