(Libertad Digital) En una entrevista con Libertad Digital, Albert Boadella ha denunciado el estado de corrupción en Cataluña. Considera que el nacionalismo "tiene mucho que ver", porque "la palabra 'Cataluña' ha sido un subterfugio moral" que lo justifica todo. Una corrupción que "se produce no solo a niveles políticos, sino que ha bajado a niveles mucho más bajos". Todo ello "tiene una lógica" apunta, y es que la región "se ha acostumbrado a vivir muchos años con lo que considera las leyes del adversario. Y las leyes del adversarios están para trasgredirse". A ello hay que sumar "el hecho patriótico. Uno hace una irregularidad, pero si en el fondo siempre es cara a un bien superior que es Cataluña y la independencia, ¿Qué importancia tiene eso?". Concluye diciendo que "yo creo que Cataluña debe de ser una de las regiones más corruptas de la Unión Europea".
El autor ha hecho estas declaraciones al ser preguntado por las cartas enviadas desde ERC a los funcionarios elegidos como designación política, para que, contribuyan a las finanzas del partido, bajo la amenaza de ser despedidos. PPC y CiU la califican de "actitud mafiosa". Por su parte, la Generalidad se ha negado a investigar el caso.
El Gobierno "alimenta" el camino a la secesión
Boadella había declarado en la presentación en Madrid de Ciudadanos de Cataluña que "hay un camino irreversible hacia la secesión si no se hace algo al respecto". En palabras dirigidas a Libertad Digital, el artista considera que el actual Gobierno "no sé si conscientemente o inconscientemente, ha alimentado esta posibilidad". La secesión, apunta, "estaba en el primer gobierno de Pujol". Entonces, "se busca la máxima separación posible con España. Quizás entonces la intuyen más complicada, pero a medida que han ido encontrando terreno abonado en Madrid, han ido avanzando paso a paso". Con este Gobierno, considera, los nacionalistas "han visto la gran oportunidad histórica". Desde la transición, "no han visto una brecha tan grande por la que colarse". A ello añade que "es muy difícil el retroceso. Es impensable el retroceso. Siempre es un milímetro más hacia adelante, pero nunca hacia atrás".
Por lo que se refiere al Partido de los Socialistas Catalanes, PSC, considera que "ha habido una apropiación indebida" al seguir la estrategia nacionalista, ya que "la izquierda y el nacionalismo son de una total incompatibilidad". De este modo, muchos votantes, que "no han tenido más remedio que aceptar como hechos consumados" la deriva nacionalista de Maragall, "se han sentido decepcionados y traicionados". Frente a ello, Ciudadanos de Cataluña considera que hay "cientos de miles de ciudadanos que están completamente desactivados", que votan en las generales pero no en las autonómicas, y que podrían encontrar en el nuevo partido una forma de conseguir "unas formas, unas reglas de juego más atractivas que las que se están ofreciendo en este momento".
"Cataluña es un régimen"
Para valorar la situación política actual, "hay que tener en cuenta que Cataluña ha constituido más que un Gobierno, un régimen. Esto es un régimen", declara Albert Boadella. "Y ocurre como en la época de Franco, que si uno se enfrenta al régimen, empiezan los problemas". El propio Boadella dice que "he sabido mantener una posición más o menos aceptable dentro del propio territorio. Lo que ha sido definitivo ha sido mi posicionamiento con Ciutadans. A partir de este momento la ruptura ha sido total".
A partir de entonces, "soy un hombre en este momento absolutamente fuera de juego, despreciado por el mundo nacionalista, de modo que hiciera lo que hiciera, aunque mañana hiciera un espectáculo independentista, ya no serviría de nada. No tengo más camino que el autoexilio". Continúa denunciando que "yo he sido excomulgado" por "tomar la defensa del bilingüismo, por ejemplo, y enfrentarme totalmente, radicalmente contra el nacionalismo". Por el contrario, "si uno no se enfrenta al régimen, en Cataluña se vive muy bien. Y si se está a favor del régimen, se vive muchísimo mejor; es un chollo. A favor del régimen, el mundo de la cultura vive fantásticamente bien".
"Exportamos el delirio al resto de España"
El del nacionalismo es el problema de que "los bajos sentimientos son extraordinariamente rentables en política. Sentimientos de rasgos diferenciales, núcleos de racismo, de endogamia, de nostalgia tribal; son sentimientos que tenemos todos, pero que es mejor no pincharlos. Hacer de esto un embolado político es una barbaridad. Pero claro, se ha visto que es muy rentable". Tan rentable, que incluso se puede llevar a otros sitios: "Dentro de dos días La Rioja también comenzará con los hechos diferenciales. Nosotros hemos exportado el delirio al resto de España. Hemos hecho exportación de unas fórmulas que van a sumirnos en la estupidez. No digo en el caos, pero van a sumirnos en la estupidez".
El nacionalismo, reflexiona Albert Boadella para Libertad Digital, se basa en los hechos diferenciales. "Yo me he pasado mucho tiempo pensando y tratando de esclarecer cuál es el hecho diferencial", dice, "y las conclusiones a que he llegado son tan extremadamente ridículas". Sigue, diciendo que "hablar en política de eso en el 2006 es para morirse de risa. Parece mentira que una cosa tan endeble desde el punto de vista del contenido, puede tener tal fuerza, tal poder de disuasión". Es decir, "la precariedad, la pobreza intelectual de toda esa trama es ¡tan enorme!". Para Boadella, "siempre hay una tremenda inclinación sobre la Cataluña desaparecida", una "inclinación necrofílica, un gusto por las cosas mustias, muertas. No se mira hacia adelante y es una tragedia de este territorio".