
L D (Europa Press) El secretario del Foreign Office, Jack Straw, y Peter Caruana señalan que el nuevo texto constitucional ofrece una "moderna relación" entre la colonia y la metrópoli, sin minimizar "en absoluto" la soberanía británica del territorio y la concesión que hizo Londres en 1969 en el preámbulo de la Constitución, cuando admitió que no realizaría ningún cambio en el estatus de la soberanía en contra de la voluntad de los gibraltareños.
"El Reino Unido mantendrá la responsabilidad internacional de Gibraltar ante la Unión Europea. (...) La nueva Constitución confirma que el pueblo de Gibraltar tiene el derecho a la autodeterminación y que éste tiene que se promovido de conformidad con las previsiones de la Carta de Naciones Unidas y otros tratados internacionales aplicables", se indica en el comunicado conjunto.
Straw indica que enviará un despacho al gobernador del Peñón en el que
Londres apoyará este derecho de autodeterminación, aunque reconocerá a renglón seguido que este apoyo está "limitado" por el Tratado de Utrecht de 1713 y que, por tanto, "la independencia (de la Roca) sólo sería una opción con el consentimiento de España".
En el mismo despacho, Gibraltar precisará que no comparte esta posición de la metrópoli –y por tanto que exista dicha limitación–, haciendo hincapié en que la aceptación del nuevo texto se hace sobre esta base. Sin embargo, tanto Straw como Caruana destacan que "esta es la primera vez que el derecho de autodeterminación de Gibraltar, si bien limitado, es reconocido en esta Constitución".
Además, detallan las 14 principales modificaciones en el nuevo texto constitucional para la colonia, entre las que destacan la limitación de poderes para el gobernador, el cambio de nombre de la Asamblea local –a partir de ahora se llamará Parlamento de Gibraltar– o la retirada del derecho que disponían los ministros británicos para anular leyes aprobadas por el Peñón.
Straw indicó en el comunicado que esta nueva Constitución "refuerza los vínculos de Gibraltar con el Reino Unido y moderniza la relación" entre Londres y el Peñón. Mientras, Caruana dijo que se trata "de un buen resultado que maximiza nuestro autogobierno", preservando al mismo tiempo "la soberanía británica y los vínculos constitucionales con el Reino Unido". "Todos los de la delegación gibraltareña lo considera un buen texto constitucional. Ofrece una relación moderna entre Reino Unido y Gibraltar. El Gobierno de Gibraltar está encantado con este acuerdo y no vacilará en recomendarlo al pueblo de Gibraltar" a través de un referéndum, previsto para antes de verano, concluyó.