(Libertad Digital) La diputada holandesa abandonó su país a los seis años. A los 23 su padre decidió con quién se casaría, un lejano pariente que vivía en Canadá, y le envió a Alemania a que se preparara para su matrimonio. De ahí huyó a Holanda, para recuperar el control sobre su vida. Desde entonces, esta modelo nacida en Somalia se embarcó en una lucha por descubrir qué había en su cultura que le creaba tanto desasosiego, qué había en su continente que le tenía postrado en guerras civiles y entre Estados y qué había hecho de la sociedad occidental un espacio en que vivir en libertad. El fruto de estas reflexiones son un conjunto de ensayos que se editan en muchos países y que en España se han recopilado bajo el título de "Yo acuso".
El nombre de Ayaan Hirsi Ali apareció en la nota que dejó el asesino del cineasta holandés Theo van Gogh, muerto por su película "sometimiento" en la que, como Hirsi Ali, denunciaba la situación de postración y sufrimiento de las mujeres bajo el Islam. Su vida está permanentemente amenazada, pero la diputada liberal ha declarado anteriormente que "no me intimidan las amenazas y los intentos de cerrarme la boca, porque (en Holanda) tengo la protección que no tendría en Somalia o África o en cualquier otro país islámico". No obstante, tiene que vivir con permanente protección policial.
Crítica ilustrada al Islam
La autora cree que hay que luchar con el totalitarismo islamista "como se ha luchado contra el totalitarismo comunista". Éste estaba "minado desde dentro y atacado desde fuera". Por otro lado, el Islam "está siendo atacado militarmente", pero "existe un vacío ideológico total en el cuestionamiento del Islam". Y también aquí "tiene que librarse la batalla de las ideas. Tiene que haber un Voltaire dentro del Islam. Una crítica ilustrada desde dentro". El problema es que Occidente no se ha lanzado todavía a esa labor, porque "los occidentales son reacios a tocar la cuestión religiosa".
Esta falta de crítica hacia el Islam es a su vez denunciada por la intelectual. Ella criticó duramente a Tony Blair y George W. Bush, porque "cuando repiten una y otra vez que el Islam es la paz, y hacen un llamamiento a los intelectuales para que digan que los atentados no se hacen en su nombre, están dando un bofetón a quienes denunciamos" los ataques a los derechos humanos en nombre del Islam.
El Islam y la guerra
Hirsi Ali llama a reconocer, como hizo ella desde su experiencia, que hay una relación íntima entre Islam y guerra, a que no es casualidad que "dos de cada tres guerras en el mundo se libran en nombre de esa creencia. La idea de que el Islam es una religión de paz no tiene ningún fundamento". Por eso, entiende, lo que hay que hacer es reconocerlo para poder reformarlo. "Hay que decir que, con todos sus aciertos, hay muchas cosas en las que el Profeta estaba equivocado".
El libro, que está teniendo un notable éxito en otros países, está publicado en España por el sello Galaxia Gutenberg. Hirsi Ali abandonó el islamismo después de los atentados del 11 de septiembre. "Como mujer musulmana, educada en la práctica de la religión islámica, me dí cuenta de que no se puede separar Islam y terrorismo, porque están íntimamente unidos", declaró en la presentación del libro en Madrid.
Contra el multiculturalismo
En noviembre de 2002, Ayaan Hirsi Ali abandonó el partido socialdemócrata holandés. Todas las reflexiones contenidas en “Yo acuso” se escribieron después de haberse pasado al partido liberal. Cuando todavía estaba en el partido de centro izquierda, Hirsi Ali era duramente criticada por sus compañeros por su oposición a las políticas de inmigración que defendía su partido, basadas en la idea del multiculturalismo. Se le acusaba de “avivar el fuego de la ultraderecha”, según ha expresado ella misma.
Hirsi Ali no solo rechaza estas acusaciones, sino que explica porqué se opone al multiculturalismo. Ella incide en que esta política “mantiene las normas que tienen sojuzgadas a las mujeres, e impiden su verdadera emancipación”, que se consigue gracias a la sociedad liberal, como la que predomina en Europa. No es la renuncia a los valores occidentales de conciencia y responsabilidad individual como se libera a los inmigrantes, piensa ella, sino exactamente todo lo contrario: favoreciéndolos frente a culturas que, como la del Islam, resultan opresivas para la mujer.
Mientras que el socialismo se basa en los colectivos, el liberalismo es individualista y es ahí donde Ayaan Hirsi Ali ha encontrado acomodo a sus ideas, según explica ella misma. Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha incidido en este punto cuando presentaba a la autora del libro, haciendo un breve repaso de su vida.