L D (EFE) Tras descartar la propuesta de Moscú de enriquecer uranio en territorio ruso hecha pública por el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Hamid Reza Asefi, ha descartado que su país vaya a abandonar el Tratado de No Proliferación nuclear (TNP), como su país había advertido que podría hacer en caso de que su programa nuclear fuera enviado al Consejo de Seguridad. Según Asefi, Irán va a esperar el resultado de la próxima reunión del Consejo de Seguridad para estudiar el programa nuclear iraní, antes de tomar nuevas decisiones.
El ministro de Exteriores iraní, Manucher Mutaki, se ha mostrado más duro al declarar que su país podría "revisar" su pertenencia al TNP si se ve privado de su derecho a la energía nuclear, pero ha reconocido que eso solo sería en caso extremo, porque "preferimos utilizar los mecanismos existentes y tener nuestros derechos, después de más de treinta años de pertenencia al TNP", ha dicho.
Moscú lamente la decisión de Irán
El presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Duma o Cámara de Diputados de Rusia, Konstantín Kosachov, ha lamentado la decisión de Irán de rechazar la propuesta de enriquecer uranio en territorio ruso. "La declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní provoca lamentación y desilusión por cuanto destruye la última posibilidad real de llegar a un compromiso", ha dicho el legislador ruso en declaraciones a la agencia Interfax.
Kosachov ha resaltado que, independiente del desarrollo de los acontecimientos, "resulta cada vez más evidente que Teherán nunca examinó la propuesta rusa de crear una planta conjunta como alternativa a su propio programa de enriquecimiento de uranio, sino sólo como un complemento a éste ultimo". El legislador ha subrayado que esa postura era desde un comienzo inaceptable para Rusia y la comunidad internacional, pero para Irán representaban la oportunidad de "crear una ilusión de un proceso negociador y dilatar al máximo el envío de su dossier nuclear al Consejo de Seguridad de la ONU.
La propuesta del Kremlin contaba el apoyo internacional
La propuesta del Kremlin, que contaba con el respaldo de la comunidad internacional, consistía crear una empresa conjunta ruso-iraní para enriquecer uranio en suelo de Rusia destinado a la satisfacer las necesidades las futuras plantas eléctricas nucleares de Irán. Esta fórmula, que incluía la supervisión del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), permitía garantizar que el proceso de enriquecimiento de uranio no podría ser utilizado por el Gobierno iraní para fabricar armas nucleares.
A cambio, Irán debía retornar al régimen de moratoria sobre todas las actividades de enriquecimiento de uranio, incluidas las investigaciones, demanda que ha rechazado el Gobierno de Teherán. Según Kosachov, el rechazo iraní a la oferta rusa "radicalizará el debate del informe del OIEA en el Consejo de Seguridad de la ONU".