LD (EFE) Cotis, que presentaba en conferencia de prensa una actualización a medio camino de las previsiones semestrales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), advirtió de la posibilidad de "un inicio de degradación de la situación económica española a la vista de que "el clima de confianza parece estar más frágil". Aunque matizó que todavía es pronto para decir si habrá una ralentización duradera en la actividad económica en España, señaló que los elevados precios del sector inmobiliario son uno de los riesgos que pesan sobre la evolución de la economía: "hay una situación un poco delicada en España" porque la vivienda ha subido mucho, afirmó.
El economista jefe recordó que a finales de 2005, España había sido uno de los principales motores del crecimiento en la zona euro -que progresó a un ritmo del 1,2 por ciento en el cuarto trimestre- junto a otros pequeños países como Holanda, lo que compensó la situación de práctico estancamiento de Alemania y Francia y la recesión de Italia. Para la primera mitad de 2006, la OCDE estima que la zona euro crecerá a un ritmo anual en torno al 2 por ciento, y que eso se conseguirá gracias a la recuperación de los tres grandes países de la moneda única.
Si el conjunto de la zona euro progresará un 0,6 por ciento en el primer trimestre respecto al trimestre precedente y otro tanto en el segundo, los ascensos serán del 0,6 y del 0,4 por ciento respectivamente en Alemania, del 0,5 y del 0,5 por ciento en Francia y del 0,4 y del 0,3 por ciento en Italia.
En cuanto a los tipos de interés, Cotis consideró que el Banco Central Europeo (BCE) no tendría que volver a subirlos a menos que haya evidencias de que aumentan las presiones inflacionistas y que la recuperación económica de la zona euro es mayor de la esperada. Se mantuvo así en su línea de los últimos meses, de gran reticencia respecto a un encarecimiento del precio del dinero que pudiera abortar la recuperación en los países de la moneda única.
El economista jefe recordó que a finales de 2005, España había sido uno de los principales motores del crecimiento en la zona euro -que progresó a un ritmo del 1,2 por ciento en el cuarto trimestre- junto a otros pequeños países como Holanda, lo que compensó la situación de práctico estancamiento de Alemania y Francia y la recesión de Italia. Para la primera mitad de 2006, la OCDE estima que la zona euro crecerá a un ritmo anual en torno al 2 por ciento, y que eso se conseguirá gracias a la recuperación de los tres grandes países de la moneda única.
Si el conjunto de la zona euro progresará un 0,6 por ciento en el primer trimestre respecto al trimestre precedente y otro tanto en el segundo, los ascensos serán del 0,6 y del 0,4 por ciento respectivamente en Alemania, del 0,5 y del 0,5 por ciento en Francia y del 0,4 y del 0,3 por ciento en Italia.
En cuanto a los tipos de interés, Cotis consideró que el Banco Central Europeo (BCE) no tendría que volver a subirlos a menos que haya evidencias de que aumentan las presiones inflacionistas y que la recuperación económica de la zona euro es mayor de la esperada. Se mantuvo así en su línea de los últimos meses, de gran reticencia respecto a un encarecimiento del precio del dinero que pudiera abortar la recuperación en los países de la moneda única.