(Libertad Digital) El portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, lamentó que la declaración institucional equipare el "papel decisivo" del Rey Juan Carlos con el del resto de instituciones democráticas. "Nos parece ridículo que todavía haya grupos políticos que todavía no se avengan a reconocer la evidencia de los hechos y a elogiar el papel de Su Majestad el Rey en aquellos momentos difíciles y trágicos", criticó el portavoz popular.
La lectura de esta declaración fue propuesta por Izquierda Verde (IU-ICV), que animó al presidente del Congreso, Manuel Marín, a ocuparse del texto. Marín sondeó a los portavoces y delegó la redacción en su vicepresidente tercero, Gabriel Cisneros, en su condición de ponente constitucional y uno de los pocos diputados de entonces que aún permanecen en activo.
Ese texto, que en un principio llegó a ocupar dos folios de extensión, fue cuestionado por ERC y Eusko Alkartasuna, que se quejaron de la mención al "papel determinante" del Rey en el fracaso de la intentona golpista del ex teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero y cuestionaron las apelaciones a la vigencia de la Constitución. Según el portavoz de ERC, Joan Tardá, la redacción "olía a viejo y caduco", el texto era "muy deficitario", manejaba conceptos "añejos" y no mencionaba el papel de los partidos políticos, ni la madurez de los sindicatos, ni de los medios de comunicación, ni de los gobiernos autonómicos.
Este jueves por la mañana, tras los contactos entre los portavoces, se llegó a una redacción definitiva de poco más de tres párrafos, en la que ya se eliminó la mención expresa al "papel determinante del Rey", sustituida simplemente por el comportamiento de "la Corona" equiparado con el resto de instituciones democráticas del Estado.
Según Europa Press, la lectura de la declaración fue seguida desde la tribuna de invitados por personas que en 1981 tenían responsabilidades en la Mesa y la Junta de Portavoces del Congreso: Carlos Solchaga (PSOE), Soledad Becerril (UCD), Leopoldo Torres (PSOE), Miguel Ángel Arredonda (Partido Andalucista), y el entonces secretario general del Congreso, Nicolás Pérez Serrano. Los invitados recibieron el aplauso de los diputados y se sumaron al que siguió a las palabras de Marín.