L D (EFE) Al menos 22 personas murieron y 28 resultaron heridas este martes por la explosión de un coche-bomba a la entrada de un mercado de una zona chií del suroeste de Bagdad, según informó el teniente Mohamed Jayoun, de la Policía iraquí. El automóvil estaba aparcado en una calle situada a unos 30 metros de un puesto de control de la Policía instalado en un área predominantemente chií del barrio de Dora, mayoritariamente habitado por suníes.
El objetivo fallido del atentado pudo ser una patrulla de la Policía, según el teniente Maitham Abdul-Razaq. Otro portavoz policial, el general Mahdi al-Gharawi, precisó que la bomba fue detonada por control remoto y que un terrorrista iraquí sospechoso de haber provocado la explosión ha sido detenido. Dora es uno de los barrios más peligrosos de Bagdad y desde el verano de 2003 ha registrado casi a diario ataques con coches bomba y minas terrestres.
Fuentes del hospital general Al Yarmuk, donde han sido trasladas las víctimas, han afirmado que, según las primeras informaciones, la mayoría de las personas muertas y heridas son civiles. El estallido causó la destrucción completa de cuatro vehículos, además de daños materiales en varias tiendas cercanas al restaurante, localizado en el centro de un mercado público, añadieron las fuentes.
En la populosa barriada de Abu Dechir se muestran muy activos los terroristas del "Ejército del Mahdi", encabezados por el clérigo radical chií Muqtada al Sadr, que protagonizó al menos dos rebeliones contra el gobierno interino iraquí y las tropas estadounidenses, en las provincias chiíes del sur Irak en 2003 y 2005.
Los grupos terroristas iraquíes, la mayoría integrados por árabes suníes, atacan con frecuencia objetivos en los barrios chiíes, y restaurantes cercanos a las comisarías, donde es habitual encontrar agentes desayunando o almorzando. Este lunes cerca de treinta personas murieron en diferentes atentados perpetrados en Bagdad y en otras partes de Irak.
Los grupos terroristas iraquíes, la mayoría integrados por árabes suníes, atacan con frecuencia objetivos en los barrios chiíes, y restaurantes cercanos a las comisarías, donde es habitual encontrar agentes desayunando o almorzando. Este lunes cerca de treinta personas murieron en diferentes atentados perpetrados en Bagdad y en otras partes de Irak.