Para Salgado es más fácil ignorar el trabajo de los expertos y "suplir la falta argumentos por la demagogia" porque, añadió, es "inadmisible" que se diga que la finalidad última de la nueva ley es fomentar la clonación con fines de investigación para la industria cosmética o farmacéutica o incluso con fines de investigación militar.
"No hacía falta esta ley"
El catedrático de Microbiología César Nombela ha dicho que no hacía falta la nueva ley de reproducción asistida porque con la anterior era suficiente. Nombela, que fue presidente del Comité asesor de Ética del Ministerio de Ciencia y Tecnología hasta 2005, ha dicho que no hacía falta este ley porque la anterior no lleva en vigor ni dos años y la situación que propició es abierta a la investigación y es "rigurosa y exigente" en cuanto al tratamiento de la vida humana.
La Junta Directiva de la Asociación Española de Bioética ha señalado que el proyecto pretende implantar por la vía legal prácticas que son "muy debatibles desde el punto de vista ético" en el ámbito de la medicina reproductiva. Así, por ejemplo, indica, se consagra el acceso a estas técnicas a toda mujer y sin ningún tipo de edad límite y no se pone ninguna cortapisa a la congelación de embriones y el uso de los mismos está abierto a todo tipo de investigación.
Para esta Asociación, la creciente "conciencia de dominio" sobre el embrión, que es considerado un mero producto por el cual se paga, o las ganas de las clínicas de ofertar hijos apoyadas en un supuesto derecho reproductivo de la mujer, "nos llevan a una situación desoladora para nuestros congéneres más pequeños y débiles de la especie humana: los embriones." Se pretende, señalan, investigar con ellos para perfeccionar las técnicas, dictaminar quien vive o no según su carga genética o transferir a una madre sin padre conocido, condenando al hijo a ser huérfano.