(Libertad Digital) Note el lector la suma: 5+7 que, para el redactor da un resultado de 11 y no de 12. Al total, le añade otros dos, El Gnaoui y Mohamed Alfallah, “lo que cerraría –dice el autor– el número de 13. Es decir, tantos terroristas como bombas”. Pues no, la suma sería, con esos sumandos, de 14.
La información de este lunes publicada por El País arranca de la siguiente forma: “El juez acaba de recibir los últimos informes sobre el 11-M elaborados por los investigadores de las comisarías generales de información y de la Policía Científica...”. Es decir, dos años después, aún quedan datos nuevos por analizar. Esta afirmación choca con lo que este mismo diario decía el 29 de enero en un Editorial titulado Tarjeta Roja y que apremiaba con dureza a Del Olmo a dictar ya un auto de procesamiento.
Destacamos uno de los párrafos:
- Del Olmo tenía previsto antes del pasado verano juzgar [término del todo incorrecto para hablar de un instructor] a un tercio de los imputados, pero el afán de agregar más y más datos ha ido retrasando el procesamiento hasta el extremo de que algunos de los imputados podrían salir de su internamiento antes del juicio, con el consiguiente riesgo de fuga. Algo que ya sucedió en 2002 con Alekema Lamari, que sería luego uno de los autores materiales del 11-M que se suicidaron en Leganés.
Ahora parece que ese “afán de agregar más y más datos” estaría justificado, al menos, a la espera del citado informe de ADN que aporta con tanto detalle el diario. Cabe preguntarse pues, si seguiría vigente otra de las apuestas editoriales de aquel Tarjeta Roja. Decía así:
- “Alguna vía legal habrá de contemplarse para evitar que se produzca este efecto escandaloso. No basta el argumento, por muy real que sea, de que no se puede ir más rápido en el estudio de dictámenes”.