L D (Agencias) En una entrevista concedida a Europa Press, el sociólogo Amando de Miguel opinó que "las diferencias entre católicos y no católicos están más presentes que nunca por las medidas anticatólicas del Gobierno. El Ejecutivo está realizando una cruzada anticatólica que no tiene mucho sentido con unas reformas que chocan con la tradición y los valores católicos".
Para Amando de Miguel, el Gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero adopta estas medidas "intolerantes" porque "no cuestan dinero y tienen a la gente entretenida". De seguir con esta tendencia, señaló, "dentro de poco alguien planteará que se legalice la poligamia o que la seguridad social pague la ablación".
"Los españoles y la religión"
En esta línea, el escritor añadió que pese a que "está de moda decir que todas las tradiciones son iguales, no es así". "No se puede decir 'aquí se acepta todo'", aseguró.
Sobre este tema, el escritor negó, además, que "cada vez la religión tenga menos importancia", ya que, según opinó, "la creencia no disminuye tanto como la práctica". En un mundo "cada vez más dinámico en el que cada vez hay menos gente religiosa, los que los son, los son más convencidos", dijo.
La asignatura de Religión, imprescindible
El sociólogo también defendió la inclusión de la asignatura de Religión en los planes de estudio, al sostener que "es imprescindible por una razón histórica y cultural". En esta línea, dijo estar de acuerdo con que se incluya también la enseñanza de otras religiones. "Pero no deberían estudiar un día el islam, otro día el cristianismo, y otro, la religión protestante si no que debe estar todo coordinado porque si no, no tiene sentido y los niños terminarían confundidos", apuntó al respecto.
Pese a ello, de Miguel defendió la "mayor importancia de la religión católica" frente a otras creencias, ya que, según opinó, "es parte de una cultura, de una tradición y sostiene valores que defienden los derechos humanos". Por ello, consideró que "otras religiones tendrán que adaptarse a la nuestra (católica)".
Por último, de Miguel se mostró "en desacuerdo con la oposición de la iglesia al divorcio" y afirmó que "habrá un momento en que tenga que reconocerlo". Para el sociólogo "es monstruoso que los divorciados no puedan comulgar porque se les considere pecadores", es "falta de caridad cristiana", dijo.