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Francia acusa a la Policía británica de ignorar durante años la actividad terrorista de Abú Hamza

El director de la Unidad de Coordinación de la Lucha Antiterrorista del Gobierno francés, Christophe Chaboud, acusó a la Policía del Reino Unido de haber estado "mirando para otro lado" durante años mientras que el clérigo radical Abú Hamza adoctrinaba y enviaba a jóvenes musulmanes a los campamentos de entrenamiento de Al-Qaeda. El responsable de la mezquita de Finsbury Park estuvo bajo sospecha desde 1999 por su participación en complots terroristas en Yemen. Desde esa fecha, dijo Chaboud, los servicios secretos galos pasaron a sus colegas británicos información sobre el papel activo de Hamza en la difusión de la "yihad".

El director de la Unidad de Coordinación de la Lucha Antiterrorista del Gobierno francés, Christophe Chaboud, acusó a la Policía del Reino Unido de haber estado "mirando para otro lado" durante años mientras que el clérigo radical Abú Hamza adoctrinaba y enviaba a jóvenes musulmanes a los campamentos de entrenamiento de Al-Qaeda. El responsable de la mezquita de Finsbury Park estuvo bajo sospecha desde 1999 por su participación en complots terroristas en Yemen. Desde esa fecha, dijo Chaboud, los servicios secretos galos pasaron a sus colegas británicos información sobre el papel activo de Hamza en la difusión de la "yihad".
LD (EFE) En una entrevista concedida al periódico británico The Guardian, Christophe Chaboud, director de la unidad de coordinación de la lucha antiterrorista de Francia,, acusó a la Policía del Reino Unido de "mirar para otro lado" durante años mientras el clérigo radical Abú Hamza difundía la "yihad" o guerra santa.
 
Abú Hamza, finalmente condenado a siete años de cárcel por incitación al asesinato y al odio racial por un tribunal británico, estuvo en el punto de mira de la policía en 1999 por su supuesta participación en complots terroristas en el Yemen, sin que se formularan entonces cargos contra él.
 
Hamza, de 47 años, estuvo al frente de la londinense mezquita de Finsbury Park, considerada un semillero de terroristas. Desde allí envió a jóvenes radicales a Afganistán para su entrenamiento en tácticas terroristas. Sólo en 2003, el entonces comisario jefe de la Policía Metropolitana, Sir John Stenvens, decidió poner fin a esa situación con una gran redada en la que estuvieron involucrados más de mil funcionarios y se practicaron varias detenciones.
 
En la mezquita se descubrió un auténtico arsenal de armas destinadas a aturdir a la víctima, esposas, equipo militar de radio, trajes de combate, "walkie-talkies" y mapas, que, según la Policía, podía haberse utilizado en campos de entrenamiento de terroristas en suelo británico.
 
El responsable francés explica al periódico londinense que los servicios de seguridad de su país estaban tan preocupados por las actividades del imán y la supuesta pasividad de la policía británica que enviaron a sus propios agentes en misiones clandestinas a la mezquita londinense.
 
Según la información periodística, en la mezquita de Hamza muchos jóvenes radicales eran sometidos a sesiones de supervivencia y oración que servían de preparación para un viaje que los llevaría a los campos de entrenamiento en Afganistán y Cachemira. En la redada se descubrieron documentos de identidad franceses y belgas, falsos pasaportes portugueses y de otros países, así como carnés de conducir igualmente falsificados. Decenas de musulmanes dormían habitualmente en un sótano en condiciones precarias al crecer de electricidad y agua corriente por el impago de las correspondientes facturas.

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