L D (Agencias) La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, hizo esta reflexión ante los diputados y senadores socialistas reunidos en el Congreso, a quienes trasladó su convencimiento de que el diálogo es "la única política capaz de procurar una solución a los problemas que hoy plantea la convivencia de distintas culturas, religiones y sociedades en nuestro mundo", según informa EFE.
No obstante, a renglón seguido aclaró que esta consideración no significa "que no condenemos, que los condenamos, los actos de violencia y barbarie que estamos contemplando en las últimas horas; nuestra condena es una condena rotunda y sin paliativos".
En su opinión, mientras se producen las protestas, incluida la quema de una bandera española en Irak, hay un debate público paralelo, que más bien consiste en un "forcejeo de opiniones, lecturas e interpretaciones que no siempre aportan la claridad y precisión que la importancia de los días y del tema requieren".
La vicepresidenta insistió en que su "política está basada en el respeto", algo que a su juicio "es lo que hoy más necesita la comunidad internacional", tanto el respeto a la libertad de expresión como a las creencias y también a la ley. "Creemos en la necesidad de urgencia de potenciar el entendimiento necesario para sostener una ética global sobre la que se asienten los fundamentos de una convivencia más justa", explicó durante su discurso pronunciado en la reunión del grupo socialista.
Añadió la vicepresidenta que ello debe hacerse "dentro del exquisito respeto a las diferencias culturales, sin renunciar a afirmar los valores de la cultura, de los derechos humanos y, como su lógica consecuencia, una mayor solidaridad".
No obstante, a renglón seguido aclaró que esta consideración no significa "que no condenemos, que los condenamos, los actos de violencia y barbarie que estamos contemplando en las últimas horas; nuestra condena es una condena rotunda y sin paliativos".
En su opinión, mientras se producen las protestas, incluida la quema de una bandera española en Irak, hay un debate público paralelo, que más bien consiste en un "forcejeo de opiniones, lecturas e interpretaciones que no siempre aportan la claridad y precisión que la importancia de los días y del tema requieren".
La vicepresidenta insistió en que su "política está basada en el respeto", algo que a su juicio "es lo que hoy más necesita la comunidad internacional", tanto el respeto a la libertad de expresión como a las creencias y también a la ley. "Creemos en la necesidad de urgencia de potenciar el entendimiento necesario para sostener una ética global sobre la que se asienten los fundamentos de una convivencia más justa", explicó durante su discurso pronunciado en la reunión del grupo socialista.
Añadió la vicepresidenta que ello debe hacerse "dentro del exquisito respeto a las diferencias culturales, sin renunciar a afirmar los valores de la cultura, de los derechos humanos y, como su lógica consecuencia, una mayor solidaridad".