LD (EFE) El ministro de Defensa confirmó en el Congreso de los Diputados que tropas españolas de la Unidad de Reacción Rápida desplegadas en Afganistán intervinieron para dispersar a un grupo de musulmanes que lanzaba piedras contra una base militar italiana en Herat. Sin aportar mayores detalles, el ministro calificó el hecho de "incidente menor".
Riccardo Cristoni, portavoz del comando italiano señaló que los militares españoles intervinieron a petición de la Policía afgana después de que los manifestantes tiraron piedras y rompieron algunos cristales sin mayores consecuencias.
En Kabul, la Policía utilizó palos para reprimir violentas protestas ante las embajadas danesa e italiana, el cuartel del comando italiano del ISAF y la sede del Banco Mundial. Una de las garitas de las sedes diplomáticas fue incendiada. Minutos antes, una protesta concluyó con ataques a la base de Meymaneh donde se encuentran tropas de Noruega y Finlandia de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad de Afganistán (ISAF). Dos militares noruegos y dos finlandeses están heridos. Las autoridades locales informaron de cuatro afganos muertos y varios heridos.
Según informes oficiales, un grupo armado de hasta trescientas personas intentaron penetrar en el cuartel. La barrera o puerta externa fue derrumbada y entraron en el patio, además de la propiedad colindante. Los enfurecidos musulmanes dispararon y lanzaron granadas de mano contra las tropas extranjeras. Después quemaron una cabina de control y un vehículo militar. Mientras que los soldados respondieron con balas de goma y gases lacrimógenos, dos cazas F-16 realizaron disparos de advertencia. Los policías afganos dispararon contra la multitud.
Manifestaciones en Egipto, Irán, Pakistán y Filipinas
Este martes volvieron a repetirse las manifestaciones frente a las embajadas de algunos países occidentales en Teherán. Centenares de iraníes volvieron arrojar piedras y cócteles molotov contra la embajada de Dinamarca en Teherán, y muchos de ellos exigieron la expulsión del embajador danés de la República Islámica. Decenas de manifestantes consiguieron sobrepasar el cordón de seguridad establecido alrededor de la legación diplomática y lograron irrumpir en el edificio. Sin embargo, la actuación de las fuerzas antidisturbios evitó que los incidentes fueran más graves y lograron expulsar a los manifestantes pocos minutos más tarde. Los congregados corearon consignas en contra de Dinamarca e Israel, aunque en este último país no se han publicado los dibujos de Mahoma.
Protestas similares ocurrieron el lunes en la capital iraní y los manifestantes arrojaron piedras y cócteles molotov contra las embajadas danesa y austríaca. Austria es el país que ejerce durante este semestre la presidencia de turno de la UE y en su capital, Viena, tiene la sede la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), que la pasada semana decidió elevar el contencioso por el programa nuclear de Irán al Consejo de Seguridad de la ONU.
Protestas similares ocurrieron el lunes en la capital iraní y los manifestantes arrojaron piedras y cócteles molotov contra las embajadas danesa y austríaca. Austria es el país que ejerce durante este semestre la presidencia de turno de la UE y en su capital, Viena, tiene la sede la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), que la pasada semana decidió elevar el contencioso por el programa nuclear de Irán al Consejo de Seguridad de la ONU.
Casi al mismo tiempo, en El Cairo, miles de estudiantes egipcios salieron a las calles para exigir a su Gobierno que rompiera relaciones diplomáticas con Dinamarca y Noruega. Con el Corán en mano, muchos de los jóvenes exigieron un boicot económico a los países en los que se publicaron las viñetas.
En Filipinas, la plaza de la ciudad de Cotabato fue escenario de una multitudinaria protesta que concluyó con la quema de la bandera danesa. Los enfurecidos musulmanes –minoría en el país donde el 83 por ciento son católicos– exigieron una disculpa pública del Gobierno de Copenhague y de la casa editorial que publicó las caricaturas del profeta. "Es un sacrilegio y un insulto al Islam, por lo que no se puede olvidar ni perdonar fácilmente", declaró el líder religioso Abdulmanan Gayak.
Fuentes de la Policía de Pakistán han confirmado que más de diez mil personas participaron en varias manifestaciones contra gobiernos occidentales. En una de ellas, en Peshawar, los manifestantes quemaron fotos del primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussenm. La otra concentración multitudinaria tuvo lugar en la región tribal de Waziristan, en la frontera con Afganistán.
Bandera española quemada en Irak
En tanto, imágenes retransmitidas por las cadenas de televisión CNN y Al-Yazira mostraron que manifestantes en la ciudad de Kut, al sureste de Irak, quemaron varias banderas europeas, entre ellas la española. Las enseñas de Israel, Noruega y Dinamarca también quedaron reducidas a cenizas. Miles de musulmanes exigían que los países europeos se disculpen por la publicación de las caricaturas. La marcha terminó sin que se registraran enfrentamientos con los cuerpos de seguridad.
Desde Atenas, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, declaró que "hay que condenar todos los actos de violencia, incluida la quema de la bandera, de todas las banderas tanto la española como de otras europeas, así como todo símbolo de soberanía". Explicó que aunque no tiene noticias de la situación de las tropas españolas en Afganistán, los incidentes en Kut son "absolutamente minoritarios". Finalmente, Moratinos pidió "mantener la calma y buscar soluciones para rebajar la tensión" a base de "diálogo y la comprensión".