L D (EFE) El Baradei añadió que hay que crear "confianza", ya que no se trata "de una amenaza inmediata". La Junta de Gobernadores de la AIEA se encuentra reunida en Viena con el objetivo de adoptar una resolución que lleve el caso iraní al Consejo de Seguridad de la ONU. El Baradei manifestó que la Junta quiere enviar "un mensaje claro" a Irán, que debe cooperar mejor con la comunidad internacional, pero en ningún caso "se trata de pedir al Consejo entrar en acción por ahora".
Preguntado si una citación ante el Consejo de Seguridad es evitable para Irán, El Baradei señaló que "hay una mayoría que prefiere informar al Consejo ahora". "La Junta quiere ofrecer una ventana de oportunidad, una señal clara de que Irán debe tomar más medidas para crear confianza", agregó en referencia a la resolución que estipula que el Consejo no debe entrar en acción hasta recibir un nuevo informe del organismo para su próxima reunión, el 6 de marzo.
El Baradei recordó a su vez que nadie en la Junta "está poniendo en duda el derecho de Irán a acceder a la energía nuclear para fines pacíficos", tal y como lo estipula el Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP), firmado también por la República Islámica. "Sin embargo, (por ahora) Irán no debería enriquecer (uranio), ya que es un elemento muy sensible que puede servir para hacer bombas", señaló el director general y añadió que Teherán "no tiene ninguna urgencia para enriquecer, ya que el único reactor que tienen recibirá combustible de Rusia".
El empeño del régimen de Teherán en enriquecer uranio a toda costa "no es bueno para crear confianza", concluyó El Baradei. Ese material es tan sensible porque tiene tanto aplicaciones civiles en plantas nucleares energéticas como para la fabricación de bombas atómicas. Debido a la insistencia de Irán en hacerse con esa tecnología, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) sospechan que Teherán quiera usar sus conocimientos en esa materia para construir armas nucleares, algo que la República Islámica niega.
Alemania, Francia y el Reino Unido (UE-3) presentaron una resolución para su adopción en la Junta en la que se pide a El Baradei que informe al Consejo de Seguridad sobre los incumplimientos iraníes del régimen de salvaguardas (controles) nucleares. Para poder ser adoptada, la resolución requiere el apoyo de una mayoría simple de los 35 países miembros de la Junta. La ejecutiva de la AIEA ha reanudado sus consultas a partir este jueves por la tarde, aunque según el propio director general no se espera una votación sobre la resolución hasta mañana, viernes.
Preguntado si una citación ante el Consejo de Seguridad es evitable para Irán, El Baradei señaló que "hay una mayoría que prefiere informar al Consejo ahora". "La Junta quiere ofrecer una ventana de oportunidad, una señal clara de que Irán debe tomar más medidas para crear confianza", agregó en referencia a la resolución que estipula que el Consejo no debe entrar en acción hasta recibir un nuevo informe del organismo para su próxima reunión, el 6 de marzo.
El Baradei recordó a su vez que nadie en la Junta "está poniendo en duda el derecho de Irán a acceder a la energía nuclear para fines pacíficos", tal y como lo estipula el Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP), firmado también por la República Islámica. "Sin embargo, (por ahora) Irán no debería enriquecer (uranio), ya que es un elemento muy sensible que puede servir para hacer bombas", señaló el director general y añadió que Teherán "no tiene ninguna urgencia para enriquecer, ya que el único reactor que tienen recibirá combustible de Rusia".
El empeño del régimen de Teherán en enriquecer uranio a toda costa "no es bueno para crear confianza", concluyó El Baradei. Ese material es tan sensible porque tiene tanto aplicaciones civiles en plantas nucleares energéticas como para la fabricación de bombas atómicas. Debido a la insistencia de Irán en hacerse con esa tecnología, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) sospechan que Teherán quiera usar sus conocimientos en esa materia para construir armas nucleares, algo que la República Islámica niega.
Alemania, Francia y el Reino Unido (UE-3) presentaron una resolución para su adopción en la Junta en la que se pide a El Baradei que informe al Consejo de Seguridad sobre los incumplimientos iraníes del régimen de salvaguardas (controles) nucleares. Para poder ser adoptada, la resolución requiere el apoyo de una mayoría simple de los 35 países miembros de la Junta. La ejecutiva de la AIEA ha reanudado sus consultas a partir este jueves por la tarde, aunque según el propio director general no se espera una votación sobre la resolución hasta mañana, viernes.
Cuba y Venezuela defiende a Ahmadineyad
La dictadura castrista y Venezuela defendieron la posición de Irán y acusaron al mundo industrializado de querer privar a la República Islámica del acceso a tecnología nuclear con fines pacíficos.
El jefe de la delegación venezolano, Gustavo Márquez, dijo que detrás del intento de enviar la cuestión iraní al Consejo de Seguridad de la ONU "se mueven intereses políticos y económicos que pretenden hegemonizar el control del ciclo de combustible nuclear con fines pacíficos".
Por su parte, el delegado castrista, Wenceslao Carrera, dijo que el TNP es "profundamente discriminatorio y sirve esencialmente para proteger los intereses del club nuclear'". Aquellos países que hoy se erigen en "fervientes acusadores", negaron a Irán el acceso a tecnología nuclear "violando así lo establecido en el TNP", añadió el cubano.
El representante venezolano, ministro de Integración y Comercio Exterior, señaló ante la Junta que Caracas rechaza "el tratamiento discriminatorio y asimétrico" con que algunos pretenden valorar el desempeño de los países en materia nuclear en el contexto del Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP).
Márquez acusó a los países occidentales de "condenar a Irán a priori", mientras se quiere "avalar la grave amenaza que representan para la humanidad la existencia de grandes y mortíferos arsenales de armas atómicas poseídas por las potencias nucleares".
En declaraciones a la prensa después de su intervención, Márquez dijo que Venezuela votará en contra de la resolución que pretende enviar la cuestión iraní al Consejo de Seguridad de la ONU. Las potencias que han impuesto el debate sobre Irán "son las mismas que cada día dedican enormes recursos a perfeccionar y hacer más mortíferos sus grandes arsenales de vectores y ojivas nucleares", manifestó por su parte el representante cubano.
El castrista Carrera dijo que los países que niegan a Irán el acceso a tecnología nuclear "incumplen de manera flagrante sus obligaciones en materia de desarme nuclear" y son además los que recientemente "hicieron fracasar la Conferencia de Revisión del TNP". La dictadura considera que en el caso iraní no se discute los presuntos incumplimientos sino "la decisión soberana del Gobierno de Irán de continuar su programa de desarrollo de energía nuclear con fines pacíficos", señaló Carrera.
Añadió que "sin ninguna razón y en vergonzoso acto de doble rasero" se pretende someter a la competencia del Consejo de Seguridad el programa nuclear iraní. El cubano recordó en ese contexto que los países occidentales "cierran los ojos" ante el programa nuclear de Israel, cuyo carácter La Habana considera como "militar y ofensivo". Carrera dijo que el caso de Israel "es lo que acertadamente ha sido bautizado como "hipocresía nuclear".
El castrista denunció asimismo ante la Junta "el grave peligro de que Estados Unidos desate una guerra contra Irán y convoca al OIEA, a las Naciones Unidas y a la comunidad internacional a movilizarse para prevenirla y para preservar la paz".
El jefe de la delegación venezolano, Gustavo Márquez, dijo que detrás del intento de enviar la cuestión iraní al Consejo de Seguridad de la ONU "se mueven intereses políticos y económicos que pretenden hegemonizar el control del ciclo de combustible nuclear con fines pacíficos".
Por su parte, el delegado castrista, Wenceslao Carrera, dijo que el TNP es "profundamente discriminatorio y sirve esencialmente para proteger los intereses del club nuclear'". Aquellos países que hoy se erigen en "fervientes acusadores", negaron a Irán el acceso a tecnología nuclear "violando así lo establecido en el TNP", añadió el cubano.
El representante venezolano, ministro de Integración y Comercio Exterior, señaló ante la Junta que Caracas rechaza "el tratamiento discriminatorio y asimétrico" con que algunos pretenden valorar el desempeño de los países en materia nuclear en el contexto del Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP).
Márquez acusó a los países occidentales de "condenar a Irán a priori", mientras se quiere "avalar la grave amenaza que representan para la humanidad la existencia de grandes y mortíferos arsenales de armas atómicas poseídas por las potencias nucleares".
En declaraciones a la prensa después de su intervención, Márquez dijo que Venezuela votará en contra de la resolución que pretende enviar la cuestión iraní al Consejo de Seguridad de la ONU. Las potencias que han impuesto el debate sobre Irán "son las mismas que cada día dedican enormes recursos a perfeccionar y hacer más mortíferos sus grandes arsenales de vectores y ojivas nucleares", manifestó por su parte el representante cubano.
El castrista Carrera dijo que los países que niegan a Irán el acceso a tecnología nuclear "incumplen de manera flagrante sus obligaciones en materia de desarme nuclear" y son además los que recientemente "hicieron fracasar la Conferencia de Revisión del TNP". La dictadura considera que en el caso iraní no se discute los presuntos incumplimientos sino "la decisión soberana del Gobierno de Irán de continuar su programa de desarrollo de energía nuclear con fines pacíficos", señaló Carrera.
Añadió que "sin ninguna razón y en vergonzoso acto de doble rasero" se pretende someter a la competencia del Consejo de Seguridad el programa nuclear iraní. El cubano recordó en ese contexto que los países occidentales "cierran los ojos" ante el programa nuclear de Israel, cuyo carácter La Habana considera como "militar y ofensivo". Carrera dijo que el caso de Israel "es lo que acertadamente ha sido bautizado como "hipocresía nuclear".
El castrista denunció asimismo ante la Junta "el grave peligro de que Estados Unidos desate una guerra contra Irán y convoca al OIEA, a las Naciones Unidas y a la comunidad internacional a movilizarse para prevenirla y para preservar la paz".