L D (Agencias) Después de visitar Melilla, Zapatero se trasladó a Ceuta donde este miércoles tiene una agenda prácticamente idéntica. Es decir, declaración institucional, visita con fotógrafos a los inmigrantes y ni una sola comparecencia ante la prensa, para evitar preguntas incomodas.
En su declaración institucional en la Asamblea de Melilla, Zapatero, anunció una serie de actuaciones como la construcción de un nuevo hospital, y abogó por la colaboración con los países vecinos y con la UE para garantizar la seguridad y afrontar los problemas de la inmigración. Después se trasladó al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, donde se dio un baño de multitudes entre gritos de "¡papeles!" y "¡residencia!". Zapatero saludó a los inmigrantes ante las cámaras de televisión y los fotógrafos. Pero pese a la abundante presencia de prensa tampoco aceptó preguntas de los periodistas.
Tras la airada reacción de Marruecos que ha "deplorado" la "inoportuna" visita a los "presidios ocupados" y ha reivindicado la "marroquinidad" de Ceuta y Melilla la pregunta al presidente del Gobierno español es obligada. Pero el Gobierno se ha cubierto las espaldas y aunque en un principio estaba prevista una comparecencia ante la prensa junto con el presidente ceutí Juan Jesús Vivas, finalmente, como en Melilla, los periodistas no podrán preguntar nada a Zapatero.
El portavoz del gobierno marroquí, Nabil Banabdelá, señaló este martes en una breve declaración que su ejecutivo consideraba esta visita como "inoportuna" y que la misma "no cambia para nada la naturaleza del problema". "Rabat reivindica la marroquinidad de los dos presidios y, dado que las posturas son sabidas, sólo podemos deplorar esta visita", añadió el portavoz gubernamental. En la terminología oficial marroquí, las referencias a Ceuta y Melilla se hacen siempre como "presidios ocupados" o "ciudades marroquíes ocupadas"
La respuesta del Gobierno fue el silencio. Fuentes de Moncloa consultadas por Europa Press, se limitaban a destacar las "excelentes relaciones" con Marruecos y evitaban pronunciarse sobre las fuertes críticas de Rabat.
El PP critica el "silencio" de Zapatero y Moraleda dice que la españolidad se defiende atendiendo a las necesidades
Ante el silencio del Gobierno el diputado nacional del PP por Ceuta, Francisco Antonio González, respondió al comunicado del Gobierno marroquí que la españolidad de Ceuta y Melilla es "incuestionable" y criticó el "silencio" del Gobierno de Zapatero. Para González "con su silencio y con su ambigüedad diplomática lo único que consiguen es alimentar las reivindicaciones marroquíes".
El líder del PP, Mariano Rajoy, ya decía este martes por la mañana que esperaba que el presidente del Gobierno destacase la españolidad de Ceuta y Melilla, "a diferencia de lo que hizo" durante una rueda de prensa con motivo de la cumbre hispano-marroquí celebrada hace unos meses en Sevilla. "Espero que diga que Ceuta y Melilla son de España y que por tanto los atienda al igual que al resto de los ciudadanos españoles, porque todos somos iguales en derechos y obligaciones", subrayó el dirigente del PP, quien reiteró que también lo son "los españoles que viven en Ceuta y Melilla".
En declaraciones a Efe, el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, respondió que la mejor manera de reivindicar "la españolidad" de los ciudadanos de Ceuta y Melilla es "atender primero a sus necesidades que a sus votos", como está haciendo el presidente. Moraleda hizo hincapié en que Zapatero es el primer presidente de un Gobierno que visita Ceuta y Melilla en 26 años y recordó a Rajoy que el anterior ex presidente, José María Aznar, únicamente viajó a Ceuta y Melilla en campaña electoral, en 2000 y 2004.
La visita de Zapatero ha coincido, además, con la publicación de una entrevista en la revista Foreign Policy, en la que el presidente del Gobierno dedica todo tipo de elogios al gobierno marroquí. Destaca el presidente que Marruecos compite con Jordania por por el "primer puesto del ranking reformista" en el mundo árabe y que "ha mejorado la situación de la mujer como no lo ha hecho ningún país árabe".