L D (Europa Press) Peces Barba desde que es Alto Comisionado para las Víctimas del Terrorismo no ha dejado de criticar y arremeter contra la AVT, asociación mayoritaria de víctimas del terrorismo y en especial contra su presidente José Alcaraz. Incluso llegó a confesar su "obsesión por ese señor". Este miércoles ha añadido al Partido Popular y la Iglesia en su particular catálogo de "obstáculos" para una España cohesionada y democrática.
El Alto Comisionado, en la presentación en Madrid de su libro, también subrayó la importancia de "mantener la Constitución" y de que "ninguna reforma", de un Estatuto de Autonomía o de otro tipo, "pueda romper ese enorme y gran acuerdo que supuso la Constitución de 1978".
A pesar de que el Partido Popular defiende precisamente la vigencia de la Constitución que Peces califica de "enorme y gran acuerdo", el Alto Comisionado nombró a la derecha que en la actualidad representa el Partido Popular como uno de los obstáculos a esa idea de la España civil y admitió estar preocupado por los planteamientos que ve ahora en el Partido Popular. En este sentido, manifestó su deseo de que "la derecha retome el talante de Unión Democrática de Centro", en referencia a la Unión de Centro Democrático (UCD).
Preguntado por la iniciativa del PP de recoger firmas para pedir un referéndum nacional sobre el Estatuto, la consideró "claramente inconstitucional" al referirse a una ley orgánica y dijo no comprender cómo "un jurista" como el líder del PP, Mariano Rajoy, puede proponer algo así. Asimismo, calificó esta iniciativa de "un signo más de una deriva que no lleva a ninguna parte".
La Iglesia es "uno de los dramas" de la historia de España
Además de la derecha, el diseño de sociedad civil que hace Peces también se llevaría por delante a la Iglesia española. Dice que "uno de los dramas" de la historia de España es que "la Iglesia ha pretendido que su ética privada se convirtiera en la ética pública de todos los ciudadanos, o dicho de otra manera, que los ciudadanos fueran todos creyentes y que la idea del bien de la Iglesia se convirtiese en el ideal político del Estado".
El Alto Comisionado diferenció a las iglesias española e italiana de las del resto de Europa, ya que consideró que éstas últimas no se meten en cuestiones políticas. Según él, "una Iglesia jerárquica, que tiene entre sus preocupaciones fundamentales el poder y no la evangelización, que considera que no puede darse ningún papel a la mujer, que la diferencia entre la jerarquía y los fieles es enorme, no se le puede situar en una sociedad abierta".
"La única nación soberana es España"
Con respecto a los nacionalismos, Peces-Barba declaró no tener ningún problema en definir a Cataluña, el País Vasco o Galicia como naciones, siempre y cuando quede claro que "la única nación soberana es España".
En este sentido, admitió que le "disgustó mucho ver cómo en el proyecto de Estatuto catalán" que el Parlamento catalán remitió a las Cortes "antes de las modificaciones, España era absolutamente ignorada como tal".
Además, precisó que "aunque uno sostenga teóricamente que se puede decir que Cataluña es una nación" eso no supone afirmar "que Cataluña tiene también derecho a ser una nación soberana, independiente, eso no es". También consideró "ridículo decir que España es un Estado, pero no una nación". "¡Es tan obvio que España es una nación!", aseguró y consideró que "los mismos rasgos que pueda tener Cataluña para ser identificada como nación cultural los tiene multiplicados por cien mil España".
Preguntado si la inquietud que creó el Estatuto en torno a la cuestión del término nación se ha disipado ya, dijo que "en líneas generales sí", pero precisó que todavía durante el debate del texto en el Congreso a alguien se le puede ocurrir "una fórmula mejor". Al ser cuestionado sobre si era partidario de reformar el artículo 2 de la Constitución, donde se habla de la "indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles", explicó que apoya la idea de "adelgazarlo un poquito" ya que considera "reiterativo e innecesario" hablar de "patria indivisible" en una Constitución, aunque matizó que "más vale no tocarlo y no menearlo, dejarlo como está".
Aun así, consideró más importante el artículo 1.1, que dice "que España se constituye en un Estado social y democrático de derecho porque eso es lo que indica que España es el poder constituyente". En este sentido, Peces-Barba aclaró que "España es previa a la Constitución" y que "las demás naciones, que tienen una existencia cultural previa también a la Constitución, jurídicamente solamente existen porque las reconoce la Constitución". También culpó a los partidos catalanes que aprobaron el Estatuto en el Parlamento catalán de no lograr que en el texto se defina a Cataluña como nación cultural por el hecho de que ellos en los más de 200 artículos del Estatuto obviaron citar a España como nación.