L D (Europa Press) Maragall señaló que "se ha hablado de fórmulas que no son nación, pero lo son, no nos engañemos". Maragall aseguró haberse "negado a mi mismo" pensar en una retirada del Estatuto porque "no veo razones" y subrayó que "es mejor no obsesionarse con este escenario para llegar a buen puerto". Para Maragall, el Estatuto es la "salvación" de Zapatero, ya que será "la persona de la que España dirá por fin que el problema catalán y vasco se han resuelto". La solución, añadió, "no está muy lejos, y quienes lo critican lo ensalzarán".
En declaraciones a Punto Radio recogidas por Europa Press, Maragall ironizó sobre las palabras del ministro de Defensa, José Bono, para sostener que "igual sabe más que yo, pero yo creo que sí va a estar". "Le preguntaré quién se lo ha dicho", añadió. También se refirió a las petición de Juan Carlos Rodríguez Ibarra de paralizar todas las reformas estatutarias para pedirle al presidente de la Junta de Extremadura que "retire sus palabras". Según Maragall, el tema "está muy maduro", "se ha enfocado bien" y "deberíamos extremar la prudencia en declaraciones sobre un tema que, de por sí, ya está caliente". Para Maragall, Ibarra "siempre habla de cosecha propia", tiene su "pensamiento y en el PSOE siempre se lo han respetado". "Es mejor que si lo piensa lo diga", añadió.
Sobre la posibilidad de incorporar al PP en el consenso estatutario, Maragall se limitó a señalar que "hay que dejarles tiempo para evolucionar hacia otro talante" y añadió que "si no votaron la Constitución sería mucho pedir que ahora votaran el Estatut". Maragall, que instó a la periodista Concha García-Campoy a preguntarle "mañana si estoy de buen humor", no quiso pronunciarse sobre si habrá o no pacto en las próximas horas y se limitó a señalar que "no soy quién para decirlo". "Espero y deseo un acuerdo. Quiero un acuerdo", insistió.
El presidente de la Generalidad explicó que "se hacen muchos cálculos" sobre "quién gana o pierde" con el Estatuto y sostuvo que la respuesta es siempre la misma: "Cataluña y España, España y Cataluña". Para Maragall, "hay que romper huevos para hacer tortillas" y añadió que, "muchas veces, para que las cosas sigan igual de bien hay que cambiarlas". En este sentido, señaló que el Estatuto debe "poner al día las cosas que en 25 años se han deteriorado de la Constitución" como el paso de "3 a 7 nacionalidades". "Hay que restablecer la dualidad inicial" y "tiene que haber una adecuada distribución de las competencias", explicó Maragall, convencido de que el Estatuto "restablecerá la autoestima que en algún momento ha fallado" en Cataluña. Además, resaltó que no será fruto del "nacionalismo puro" sino que se hace por "una España plural".