L D (EFE) Los asaltantes, entre los que también había agentes de la policía palestina, irrumpieron en la sede gubernamental para protestar por la falta de medios para poner fin a la anarquía y al caos generalizado en este territorio y para demandar una orden clara de sus superiores en ese sentido.
Fuentes de los organismos de seguridad de la ANP aclararon que se trata del mismo grupo que tomó el pasado viernes la terminal fronteriza de Rafah, limítrofe con Egipto. En aquella ocasión protestaron por la muerte en la ciudad de Gaza de uno de sus compañeros a manos de miembros de un clan familiar dos días antes, en un asalto armado a una comisaría.
También Rafah ha sido hoy el escenario de una manifestación de terroristas de las "Brigadas de los Mártires de Al Aksa", facción armada vinculada a Al Fatah, que exigían ser contratados por las fuerzas de seguridad.
A la situación de caos interno hay que agregar las advertencias de los distintos grupos terroristas palestinos a cerca de que la tregua con Israel venció el 31 de diciembre, lo que puede desencadenar en un nuevo ciclo de violencia terrorista y poner en peligro las elecciones legislativas del 25 de enero. La peligrosidad de la situación no ha pasado desapercibida para el presidente palestino, quien se encuentra de gira por el Golfo Pérsico para lograr apoyos financieros que le permitan afrontar los gastos del Gobierno.
Desde Qatar, Mazen ha pedido a todos mantener la calma y no dar excusas a Israel para que prohíba las elecciones en Jerusalén, según dijo, argumento que le llevaría a aplazar los comicios. "Todos estamos de acuerdo en que Jerusalén debe ser incluida en el proceso electoral y si no lo es todas las facciones y partidos concuerdan en que no debe haber elecciones", dijo Mazen en declaraciones a la cadena de televisión Al Yazira.
Esta es la primera vez que el presidente palestino se refiere a esa posibilidad, ya que hasta ahora había rechazado las demandas de un grupo de destacados colaboradores para postergar la votación, ante el temor de una victoria de los terroristas islamistas del movimiento Hamás. Algunos comentaristas ya han interpretado sus declaraciones como una sonda mediática, y que Hamás podría ser parte de un acuerdo para incorporarse al Gobierno de la ANP sin necesidad de elecciones en estos momentos.
Israel no se ha expresado todavía sobre si autorizará el voto en Jerusalén Este, donde residen unos 230.000 palestinos que sí participaron en las elecciones de 1996 y las presidenciales de enero de 2005. Además, después de los secuestros de tres británicos y un italiano en los últimos días, este lunes ha sido el turno de dos japoneses que han estado a punto de ser capturados en la ciudad de Rafah. Los dos extranjeros, trabajadores de una organización no gubernamental palestina, lograron huir de un grupo de milicianos al entrar en el edificio en el que trabajan, desde donde llamaron a las fuerzas del orden.
Entretanto, y a pesar de los secuestros de extranjeros, decenas de observadores europeos han comenzado su despliegue en Cisjordania y Gaza para supervisar el proceso. Los observadores llegaron el viernes pasado a Israel y "hoy los apostaremos en sus respectivos lugares, según lo previsto", dijo el portavoz de la misión, Mathias Eick, a los periodistas.
Eick informó de que cuatro de los recién llegados cumplirán su misión en la franja de Gaza, y se sumarán a un grupo de 14 que ya prestaba sus servicios en la organización de la jornada electoral y a decenas de supervisores europeos, entre ellos españoles, en el paso fronterizo de Rafah, entre ese territorio palestino y Egipto. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel no ha puesto obstáculos a la llegada de los supervisores, que quedarán bajo la protección de la policía palestina en los territorios bajo control de la ANP.
Fuentes de los organismos de seguridad de la ANP aclararon que se trata del mismo grupo que tomó el pasado viernes la terminal fronteriza de Rafah, limítrofe con Egipto. En aquella ocasión protestaron por la muerte en la ciudad de Gaza de uno de sus compañeros a manos de miembros de un clan familiar dos días antes, en un asalto armado a una comisaría.
También Rafah ha sido hoy el escenario de una manifestación de terroristas de las "Brigadas de los Mártires de Al Aksa", facción armada vinculada a Al Fatah, que exigían ser contratados por las fuerzas de seguridad.
A la situación de caos interno hay que agregar las advertencias de los distintos grupos terroristas palestinos a cerca de que la tregua con Israel venció el 31 de diciembre, lo que puede desencadenar en un nuevo ciclo de violencia terrorista y poner en peligro las elecciones legislativas del 25 de enero. La peligrosidad de la situación no ha pasado desapercibida para el presidente palestino, quien se encuentra de gira por el Golfo Pérsico para lograr apoyos financieros que le permitan afrontar los gastos del Gobierno.
Desde Qatar, Mazen ha pedido a todos mantener la calma y no dar excusas a Israel para que prohíba las elecciones en Jerusalén, según dijo, argumento que le llevaría a aplazar los comicios. "Todos estamos de acuerdo en que Jerusalén debe ser incluida en el proceso electoral y si no lo es todas las facciones y partidos concuerdan en que no debe haber elecciones", dijo Mazen en declaraciones a la cadena de televisión Al Yazira.
Esta es la primera vez que el presidente palestino se refiere a esa posibilidad, ya que hasta ahora había rechazado las demandas de un grupo de destacados colaboradores para postergar la votación, ante el temor de una victoria de los terroristas islamistas del movimiento Hamás. Algunos comentaristas ya han interpretado sus declaraciones como una sonda mediática, y que Hamás podría ser parte de un acuerdo para incorporarse al Gobierno de la ANP sin necesidad de elecciones en estos momentos.
Israel no se ha expresado todavía sobre si autorizará el voto en Jerusalén Este, donde residen unos 230.000 palestinos que sí participaron en las elecciones de 1996 y las presidenciales de enero de 2005. Además, después de los secuestros de tres británicos y un italiano en los últimos días, este lunes ha sido el turno de dos japoneses que han estado a punto de ser capturados en la ciudad de Rafah. Los dos extranjeros, trabajadores de una organización no gubernamental palestina, lograron huir de un grupo de milicianos al entrar en el edificio en el que trabajan, desde donde llamaron a las fuerzas del orden.
Entretanto, y a pesar de los secuestros de extranjeros, decenas de observadores europeos han comenzado su despliegue en Cisjordania y Gaza para supervisar el proceso. Los observadores llegaron el viernes pasado a Israel y "hoy los apostaremos en sus respectivos lugares, según lo previsto", dijo el portavoz de la misión, Mathias Eick, a los periodistas.
Eick informó de que cuatro de los recién llegados cumplirán su misión en la franja de Gaza, y se sumarán a un grupo de 14 que ya prestaba sus servicios en la organización de la jornada electoral y a decenas de supervisores europeos, entre ellos españoles, en el paso fronterizo de Rafah, entre ese territorio palestino y Egipto. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel no ha puesto obstáculos a la llegada de los supervisores, que quedarán bajo la protección de la policía palestina en los territorios bajo control de la ANP.