
(Libertad Digital) El presidente de Castilla-La Mancha ha calificado el año 2005 en su discurso de Navidad como "un año apasionante para todos nosotros. Ha sido el año Quijote". Dijo que se ha aprovechado el año saliente "para poner de moda a Castilla-La Mancha". "Esto no ha hecho nada más que empezar. Ahora, tenemos que seguir haciendo un esfuerzo colectivo para conseguir el progreso y el desarrollo de nuestra Comunidad Autónoma", añadió.
Barreda cree que los manchegos deben ser "conscientes" de que tienen "razones para confiar" en sí mismos. "No somos más ni menos que nadie, pero desde luego estamos orgullosos de ser lo que somos. Somos una parte muy importante de un todo, ese todo es España", apuntó. En este sentido, ha subrayado que "España tiene que seguir siendo la patria común e indivisible de todos los españoles" y que la mejor contribución que puede realizar Castilla-La Mancha es la de colaborar en el desarrollo del conjunto, pero, quiso precisar, "defendiendo con firmeza y eficazmente los intereses de los castellano-manchegos".
Asimismo, el presidente Barreda ha expresado su más firme compromiso para "conseguir todas las metas" impuestas y ha solicitado "la ayuda, la complicidad y el empuje del conjunto de la sociedad de Castilla-La Mancha".
Por último, el presidente Barreda ha deseado una feliz Navidad a todos los castellano-manchegos y ha expresado su deseo para que 2006 y en los años sucesivos toda la sociedad de Castilla-La Mancha continúe implicada en la dinámica de esfuerzo colectivo, solidario y sostenido que deparará nuevas cotas de progreso y bienestar para la Región. Así concluye el discurso de cinco minutos de Barreda en el que no hay ni una pequeña mención para los once miembros del retén de Guadalajara que dieron su vida por salvar de las llamas a su tierra.