L D (EFE) Las Fuerzas de Seguridaddel Estado habían establecido en la noche de este viernes un perímetro de seguridad sobre esa zona, después de que una persona, que decía hablar en nombre de ETA, proporcionara al diario Gara indicaciones sobre el lugar de colocación de los artefactos.
La Guardia Civil ha encontrado los dos artefactos, todavía sin detonar, en una zona de matorrales, cercana al agua, que está enfrente de la pista de aterrizaje. Los agentes sospechaban que los lanzagranadas, formados por dos tubos cargados con proyectiles de la marca "Mecar", que ETA dijo el martes que había colocado en los alrededores del aeropuerto de Santander se encontraban en la isla de Pedrosa, en las cercanías de la localidad de Pontejos, un punto relativamente cercano a la cabecera de la pista de aterrizaje.
El aviso de la colocación de los lanzagranadas obligó el martes a cerrar durante varias horas el aeropuerto de Santander. La Guardia Civil y la Policía batieron durante dos días los alrededores del aeródromo para tratar de hallarlos, pero sin éxito. Este viernes, tras otra llamada de ETA a Gara, la búsqueda se reanudó.
Los especialistas de la lucha antiterrorista consideran que este caso y el ocurrido en el aeropuerto de Zaragoza el pasado 12 de octubre pueden obedecer a una estrategia de ETA destinada a "crear tensión" entre las Fuerzas de Seguridad del Estado, avisando de la colocación de explosivos en zonas escondidas y facilitando después pistas para su localización.