(Libertad Digital) Durante la conmemoración de la efemérides de la Constitución en el Congreso, Zapatero, en un corrillo con periodistas, criticó por primera vez a sus socios políticos en Cataluña y en el Parlamento español. El presidente confesó que había cosas de Esquerra que no le gustaban nada.
El País publica este jueves un editorial en el que explica a sus lectores cuales son los "desplantes e inconveniencias" de los republicanos por los que aunque "no lo dijo así, pero al presidente del Gobierno se le entendió claramente que estaba hasta la coronilla". Según este editorial Zapatero "seguramente esté harto de que Carod le diga que si no hace lo que le dice, el Gobierno tendrá los días contados", y recuerda "la reciente oferta de Artur Mas, que ha mostrado su disposición a cooperar en el futuro con el PSOE al tiempo que rechazaba cualquier pacto con el PP durante al menos una generación".
Pero lo más interesante es que el diario de Prisa expone como "los socialistas también perciben el desgaste que revelan las encuestas" por su alianza con ERC y el diagnóstico, que según el diario, hace el PSOE de las causas de ese desgaste. Deja bien claro que no es el "contenido" del proyecto de reforma Estatuto porque "la gente lo desconoce". El pacto de Carod con ETA en Perpiñán tampoco es reseñable para Zapatero, según El País, que, ni siquiera, lo recuerda en su editorial.
Lo que de verdad "irrita" a los dirigentes del PSOE y al electorado socialista son "las provocaciones de los de Carod en relación a otras muchas cosas: desde sus despectivos comentarios sobre la candidatura olímpica de Madrid hasta la exigencia de que el Gobierno pida públicamente perdón por la guerra del Rif, que acabó hace más de 80 años, y el Rey, por el franquismo. Zapatero citó esto último y el encadenamiento de cinco militantes ante la emisora de la Conferencia Episcopal, con presencia de dos diputados de ERC, como ejemplo de esas cosas que no le gustan".