L D (Agencias) En declaraciones a los medios antes de participar en la reunión de los ministros europeos de Economía y Finanzas (ECOFIN), Solbes añadió que "cuando a España se le pide un esfuerzo adicional al que ya se le había pedido, la verdad es que está bastante crudo".
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, le costaría a España algo más de 1.000 millones de euros respecto a la que fue bloqueada en junio. En rueda de prensa tras participar en la reunión del Ecofin, el ministro avanzó que España no votará a favor de la propuesta "si no consigue los resultados que espera" en la negociación presupuestaria para el período 2007-2013. Solbes subrayó que, en el texto presentado por la presidencia británica, la mayor mejora es para el Reino Unido que, además, establece un límite temporal para su contribución al pago de los costes de la ampliación.
Solbes subrayó que, en el texto presentado por la presidencia británica, la mayor mejora es para el Reino Unido que, además, establece un límite temporal para su contribución al pago de los costes de la ampliación. Según la propuesta, explicó el ministro, "la ampliación termina para el Reino Unido en 2013" y, a partir de ahí, "que la paguen los demás", posición relativamente novedosa para las prácticas habituales de la presidencia de turno, afirmó. El vicepresidente español incidió en que la negociación sobre la propuesta británica comienza ahora, con el cónclave de ministros de Exteriores que se celebra mañana en Bruselas y ante la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno que debe tomar una decisión los próximos días 15 y 16.
España no votará a favor de la propuesta si no consigue los resultados que espera, insistió el ministro, quien recordó que el presupuesto debe garantizar la gradualidad en la pérdida de ayudas, que sí se reconoce en el documento del Reino Unido, y la equidad en la distribución de los costes de la ampliación que, según Solbes, no parece haberse conseguido. Preguntado por el riesgo de que un retraso en alcanzar un acuerdo suponga la salida de algunas regiones españoles del Objetivo 1 (las que tienen una renta per cápita inferior al 75 por ciento de la media comunitaria) y la consiguiente pérdida de fondos estructurales, Solbes afirmó que ese riesgo es "prácticamente nulo".
Solbes explicó que, aunque esas regiones han mejorado su situación económica en los últimos años, también ha aumentado la población, por lo que, si se toma un nuevo periodo de referencia, en vez de 2000-2002, el aumento de la renta per cápita no será significativo. En cuanto a la posición del resto de países y la posibilidad de que España "se quede sola" en su rechazo al texto, el vicepresidente recordó que varios países han criticado ya la temporalidad e intensidad del esfuerzo británico por la ampliación y subrayó que España está dispuesta a negociar siempre que se respeten los principios de gradualidad y equidad.
España no votará a favor de la propuesta si no consigue los resultados que espera, insistió el ministro, quien recordó que el presupuesto debe garantizar la gradualidad en la pérdida de ayudas, que sí se reconoce en el documento del Reino Unido, y la equidad en la distribución de los costes de la ampliación que, según Solbes, no parece haberse conseguido. Preguntado por el riesgo de que un retraso en alcanzar un acuerdo suponga la salida de algunas regiones españoles del Objetivo 1 (las que tienen una renta per cápita inferior al 75 por ciento de la media comunitaria) y la consiguiente pérdida de fondos estructurales, Solbes afirmó que ese riesgo es "prácticamente nulo".
Solbes explicó que, aunque esas regiones han mejorado su situación económica en los últimos años, también ha aumentado la población, por lo que, si se toma un nuevo periodo de referencia, en vez de 2000-2002, el aumento de la renta per cápita no será significativo. En cuanto a la posición del resto de países y la posibilidad de que España "se quede sola" en su rechazo al texto, el vicepresidente recordó que varios países han criticado ya la temporalidad e intensidad del esfuerzo británico por la ampliación y subrayó que España está dispuesta a negociar siempre que se respeten los principios de gradualidad y equidad.
El ministro británico de Exteriores, Jack Straw, presentó este martes su última propuesta para la negociación de las perspectivas financieras para el periodo 2007-2013, que establece un límite de gasto del 1,03 por ciento de la Renta Nacional Bruta y reduce el incremento que debería registrar el llamado "cheque británico" en ese periodo.