L D (Europa Press) Moraleda se ha manifestado así después de que la vicepresidenta arremetiera en la SER contra la Iglesia. El responsable gubernamental hizo hincapié en que los acuerdos de financiación del Estado con la Iglesia católica "se vienen incumpliendo reiteradamente desde 1979" debido a que cada año ha sido necesaria una aportación adicional que satisfaga las demandas de la Iglesia católica. "Si se cumple la letra de ese acuerdo, se llega a la autofinanciación.
Existiendo ese compromiso, año tras año se viene incumpliendo a costa, lógicamente, de incrementos significativamente importantes en los Presupuestos Generales del Estado", afirmó. Pese a ello, dejó claro que el actual Gobierno no pretende iniciar una revisión de este asunto e insistió en que seguirá haciendo uso de esta partida adicional que beneficia a la Iglesia para equilibrar sus cuentas anuales.
El secretario de Comunicación también anunció que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, recibirá "en los próximos días" a varias de las organizaciones que se manifestaron el pasado sábado en Madrid contra el proyecto de Ley Orgánica de Educación (LOE), así como a asociaciones no confesionales que mantienen una posición favorable a esta iniciativa legislativa. El secretario de Estado no precisó qué organizaciones irán al Palacio de la Moncloa. En cualquier caso, dijo que serán los "interlocutores habituales" con los que el Gobierno ha mantenido reuniones "en un número muy importante" después de 90 encuentros en los últimos meses.
Zapatero no se reunirá con los obispos
Como consecuencia de ello, hizo hincapié en que no habrá representantes de la Conferencia Episcopal Española en la reunión con Zapatero ya que los obispos se limitaron a dar su apoyo a la concentración. Además, dejó claro que el paso del Ejecutivo de recibir a las asociaciones católicas no implica comenzar de cero el proceso de elaboración de la ley. "Simplemente, el presidente quiere escuchar detenidamente la preocupación de las organizaciones y explicar también cuál es el contenido real y no ficticio de los proyectos del Gobierno en la Ley Orgánica de Educación", manifestó.
Moraleda mostró su "extrañeza" al oír de los convocantes de la manifestación que el Gobierno no ha tenido diálogo con ellos y se quejó de que desde las filas católicas se diga ahora que no se va a producir ninguna negociación si no se retira el actual proyecto de ley. "Difícilmente se puede aceptar ese comportamiento como uno abierto a la negociación", criticó antes de advertir de que el Gobierno seguirá dialogando al igual que lo ha venido haciendo desde hace año y medio. Asimismo, precisó que la única diferencia que existe entre los planteamientos del Gobierno y los de los convocantes de la manifestación del sábado es que la asignatura de religión compute a efectos de currículum como otras materias de conocimiento. En opinión del Ejecutivo, ambas cosas "no son homologables".
La Religión no será evaluable
"No es la libertad de los padres para elegir religión. La Conferencia Episcopal siempre supo que el Gobierno garantizaba la libertad de los padres que quisieran que sus hijos tuvieran la asignatura de religión", resaltó Moraleda. "En donde no se produce acuerdo es que la religión pueda ser tomada en consideración para aspectos curriculares. Es decir que la nota de religión valga igual que las matemáticas o las ciencias naturales", añadió. En ese punto, el Gobierno no está de acuerdo porque estima que hay un precepto constitucional que dice que los aspectos relativos a la fe "pertenecen a la privacidad de las personas que la tienen y no pueden ser homologables al conocimiento que los niños deben de tener cuando van y están en las escuelas".
Preguntado si compartía las críticas del ministro de Industria, José Montilla, contra medios de comunicación como 'El Mundo' o la Cadena Cope, el secretario de Estado expresó el "firme compromiso" del Ejecutivo "con la libertad de expresión de todas las partes cuando se produce controversia pública". En último término, hizo un llamamiento al Partido Popular para acabar con el "tremendismo y la exageración permanente". "No puede ser una táctica política mentir primero para agredir después. Ni siquiera es un buen comportamiento político", estimó antes de subrayar la preocupación del Gobierno de que el PP busque instalar en la sociedad española "la crispación que ellos tienen en su conducta política. "Lo importante es que este país discurra con un talante de discrepancia política adecuado, que no se tensionen las diferencias en exceso y no se caiga en el tremendismo porque se estará introduciendo en la sociedad una pedagogía inadecuada para el bienestar de nuestro país", concluyó.