(Libertad Digital) El CEP ha destacado un estudio de La Caixa –"Inmigración musulmana en Europa"– que alertaba del riesgo de que la segunda generación de inmigrantes musulmanes no se integra en Europa por su “poco impulso laboral”.
Según el portavoz del CEP, estas generaciones con “poco impulso laboral” ya no interesan como flujo migratorio, máxime cuando “si se frustran toman alternativas contrarias al orden constitucional”, en referencia a la violencia que se ha desatado en Francia. Para Gavilán, tras esta frustración, los musulmanes buscan su identidad en las mezquitas para encontrarse con los suyos y “culpan a occidente” de lo que les ocurre, “se radicalizan” y “aplican el victimismo”. La CEP pone de manifiesto que “no hay que criminalizar a toda la inmigración” porque este fenómeno “sólo ocurre en barrios musulmanes de toda Europa, siempre en la misma comunidad” por lo que “lo primero que habría que preguntar a estos inmigrantes es si tienen voluntad de integrarse”. Rodrigo Gavilán considera que la comunidad musulmana “no se integra” por muchos intentos que hagan los gobiernos occidentales como “nosotros tampoco nos integraríamos con ellos y no podemos pedírselo”.
"Efecto llamada teledirigido" por Francia
“La CEP entiende que Europa y España deben revisar sus políticas migratorias para evitar estos riesgos. Sería interesante para España que la inmigración se controlara por contingentes con una raíz cultural y lingüística similar a la nuestra” en referencia a la inmigración hispanoamericana, que tiene una baja tasa de delincuencia así como a ciudadanos de la Europa del Este y “desviar” a la inmigración musulmana. Según ha denunciado Gavilán, la inmigración marroquí y argelina no viene a España en pateras, en contra de lo que se cree, sino que entran “con visado turístico francés, procedentes de la inmigración ilegal de Europa, por el Pirineo en un efecto llamada teledirigido por el Gobierno francés”.
La CEP dice que la policía “no está dispuesta a que por políticas dirigidas por zerolos, rumíes o calderas” sean los agentes los que después “reciban los botellazos y los cócteles molotov”. Gavilán ha criticado que el Gobierno no consulte con los sindicatos policiales los procesos de regularización y que sólo negocie con las ONG, que son las que al final toman las decisiones “y al final ocurre lo que en Francia”.
Según este sindicato policial la ola de violencia que asola el país vecino podría llegar a España en cinco años, “a Cataluña y la provincia de Alicante especialmente” que es donde más población magrebí se concentra y alertó de que el despliegue de los Mossos ha convertido Cataluña en el lugar en el que “el ilegal vive como Dios”, puesto que los Mossos no tienen competencias para expulsarlos. “El Cuerpo de la Policía Nacional es el único que puede expulsar ilegales, los Mossos no pueden ni siquiera detenerlos”.