(Libertad Digital) El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, respondió a los presidentes autonómicos que intervinieron a lo largo de la jornada de este lunes en el debate del estado de las autonomías en el Senado y elevó el tono y fue especialmente duro con los presidentes de las CCAA gobernadas por el PP que ya habían realizado sus intervenciones, los de Murcia, Navarra, La Rioja y Valencia, a quienes reprochó numerosas cuestiones, entre otras, que no apoyaran la reforma que ha propuesto para el Senado. Con el presidente de Murcia debatió sobre las políticas del agua e infraestructuras, con el de La Rioja por la financiación autonómica, con el de Navarra por la política antiterrorista y con el de Valencia por la deuda sanitaria.
Zapatero dijo que tras escuchar las intervenciones de los presidente autonómicos tenía "tres sensaciones básicas". La primera es que "hay una valoración globalmente compartida de considerar que el Estado autonómico ha sido un éxito, lo cual debe sentirnos a todos muy satisfechos porque contamos con un buen principio para seguir avanzando, mejorando, reformando el estado de las autonomías".
Pide dejar a un lado las ideologías
En segundo lugar dijo que "he visto dudas y confianza, determinación de reformar y temor a reformar, y mi obligación como presidente del Gobierno es intentar disipar las dudas y vencer los temores". Y a los presidente que se mostraron partidarios de reformar los estatutos Zapatero les trasladó "su apoyo y agradecimiento" porque "las reformas van a mejorar el Estado de las Autonomías, van a mejorar el gobierno de las comunidades y van a hacer el conjunto funcione mejor". A aquellos que se mostraron reacios a reformar el Estado de las autonomías les dijo que "las reformas son cumplimiento estricto del programa electoral del PSOE y de los compromisos de investidura" y se mostró decidido a reformar "los estatutos, el senado y el modelo de financiación, porque son compromisos electorales y es obligación de quien gobierna cumplirlas". "El gobierno quiere ser cauce e impulso porque la reforma se tiene que negociar entre las fuerzas políticas y se debe fraguar en el senado" dejando a un lado las ideologías porque de esa forma "no nos vamos a poner de acuerdo".
"Yo acepto el concepto que hagan de nación, sin ningún problema, el que ustedes propongan", exclamó. "Si quieren España plural, al presidente de Navarra no le gusta, ¿les gusta nación plural?", apuntó haciendo referencia a la intervención que había tenido previamente el presidente de Navarra en la que aseguró que a su juicio España es singular y sólo hay una España.
El presidente del Gobierno añadió que "todas las reformas quieren y están alentadas por la voluntad de dialogo y consenso, todos sabemos que todos los estatutos de autonomía de este país, salvo los que afectan a Cataluña y al País Vasco, han sido aprobados con un consenso básico de PP y PSOE así ha sido y así será" y ha puesto el ejemplo del Estatuto valenciano.
La "singularidad" de Cataluña y el País Vasco
Zapatero ha remarcado que "nuestro sistema, cuando habla de consenso, se refiere no solo a las fuerzas políticas que dieron lugar al consenso constitucional, sino a otras que también dieron lugar al consenso y que estuvieron en el consenso estatuario de 1979, como el PNV". En este sentido añadió que "es evidente que la representación política en Cataluña y el País Vasco es distinta a las otras comunidades exige consenso también con los nacionalistas" porque el "mapa político de dos comunidades como Cataluña y el País Vasco es distinto al de las otras donde están PP y PSOE" y eso es algo "que hay que entender". Para Zapatero "hay un debate singular porque es la primera vez que se reforma el Estatuto de Cataluña y por la singularidad del Parlamento de Cataluña".
Así, incidió en que si no se comprende que el Estatuto de 1979 catalán tenía esa singularidad así como "el mapa ideológico distinto" de Cataluña, no se entenderá "ante qué proceso" se está. Asimismo, garantizó que el Estatuto de Autonomía de Cataluña responderá a los principios, valores y la letra de la Carta Magna, así como a la "voluntad legítima de mayor autogobierno que quiere Cataluña". Zapatero dijo que la reforma no es para una legislatura, sino para más de una generación en lo que representa la estabilidad del sistema autonómico de una comunidad que tiene una "fuerte, fuertísima identidad".
En cuanto a la reforma del sistema de financiación, el presidente del Gobierno hizo hincapié en que la reforma de 1996 se hizo entre el Gobierno de José María Aznar y CiU para que el PP pudiera "gobernar". También puso de manifiesto que en el sistema de financiación, hay dos singularidades evidentes, "el País Vasco y Navarra". "Es bueno que hagamos esta explicación, que responde, no lo sé, a razones históricas o políticas y seguramente no es bueno entrar a averiguar por qué", dijo el jefe del Ejecutivo, quien aseveró que "son dos Comunidades con modelo singular".
En este punto, volvió a hacer alusión al proyecto de reforma del Estatuto catalán y se mostró seguro de que habrá un acuerdo que será "conciliable" con la reforma del modelo de financiación que se hará "entre todos". Asimismo, dijo no tener inconveniente en que las Comunidades Autónomas tengan más competencias "de ejecución", citando la capacidad de dictar decretos leyes o la adecuación de la Justicia a la dimensión autonómica.
En su última réplica, el presidente aprovechó para contestar al presidente de Navarra, Miguel Sanz, quien le había dicho que no estaba dispuesto a cambiar paz por territorios. Zapatero le dijo que en su etapa de oposición, el PSOE había apoyado al Gobierno en su política antiterrorista. "Ojalá algún día pueda decir yo que he sentido esa ayuda y ese apoyo", concluyó.