(Libertad Digital) El portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, decía en su discurso que “la libertad de información y de expresión son unas libertades fundamentales” pero pronto matizaba como anticipo a sus ataques a la COPE señalando que “van ennoblecidas cuando van acompañadas de la responsabilidad y la veracidad”.
Después, recordaba su trayectoria política siempre ligada al pensamiento “cristiano social”, para dirigirse a “la Iglesia Católica” porque “algunos de sus dirigentes se suman con sus palabras a los ataques que está recibiendo el Estatuto” les pidió que lean “el discurso de Juan Pablo II ante la UNESCO, que dice la lengua y la cultura son la base de todos los pueblos”.
Durán, a continuación, ya se refería directamente a la Cadena COPE. “La Iglesia no puede permitirse ni un día más que desde algunos de sus medios de comunicación y alguno de sus profesionales se siembre a diario el insulto, el odio y la confrontación" dijo el portavoz nacionalista. Y añadió que "los insultos que se oyen dejan muy lejos lo de cretino o necio que Jesús condenaba”.
Según Durán en la COPE "se alimentan odios territoriales, se criminalizan los dirigentes políticos y empresariales”. Duran, pasó directamente a lo mismo que critica de la COPE, el insulto, al decir que “Jesús distingue entre el buen pastor y el mercenario. Obligación de la Iglesia es deshacerse de mercenarios y nutrirse con buenos pastores”, en referencia a los comunicadores de la emisora. Y concluyó su alegato clamando “modesta pero enérgicamente, debo pronunciar un sereno ¡basta ya! Y reclamar una diligente y consecuente solución a la siembra de tanto odio y confrontación”. Las misma palabras utilizadas por el ministro Montilla, quien inició la campaña contra la Cadena COPE.
Duran, además de atacar e insultar a los periodistas de la COPE, también habló del Estatuto, y defendió que se mantenga tal y como está. Destacó su defensa del término “nación”, que considera tan legítimo como el sentimiento de quienes entienden que su nación es la española. En su opinión, el "reto" es conciliar ambos sentimientos, porque enfrentarlos "es tanto como utilizar la Constitución como arma de una parte de los españoles contra la libertad y voluntad política de los otros".
También justificó el "blindaje" de competencias asegurando que "la experiencia del desarrollo del Estado autonómico obliga al legislador catalán a ponerse la venda antes que la herida, sabiendo como sabe que el vigente Estatuto está lleno de cicatrices provocadas por los tijeretazos que ha recibido de los distintos gobiernos y/o legisladores". Igualmente, avaló el modelo de financiación plasmado en el Estatuto recalcando que "la solidaridad no puede ser ilimitada, ni en el tiempo, ni en sus contenidos", y que es momento de revisar un sistema que es "injusto" para Cataluña.
Duran animó a volcarse en el proceso de tramitación en las Cortes de la propuesta catalana con el objetivo de lograr "un final feliz". "Es probable que el Estatuto no se apruebe sin cambios –admitió–, pero si estos frustraran o amputaran la reforma del Estatuto, las consecuencias serían imprevisibles en el orden político y electoral". Por último, aseveró que nadie puede permitirse que este proceso se dilapide: "Ahora toca hablar, negociar, comprender, razonar. Ninguno de nosotros podemos permitirnos que en esta hora de España sea el fracaso el que resulte vencedor".
Tampoco faltaron los ataques a la prensa contraria al Estatuto de la otra formación nacionalista catalana. El portavoz de Esquerra Republicana, Joan Puigcercós cargó contra los “radiopredicadores y la prensa derechista madrileña que está al servicio del PP”, a quienes acusó de fomentar "el odio contra Cataluña".
Puigcercos comenzó su discurso en catalán y lo centró en atacar al PP, del que dijo que no ha propuesto alternativas al Estatuto y que su líder “ha escurrido el bulto”. Además criticó con dureza al "centralismo nacionalista español", aludiendo al "genocidio cultural y lingüístico sufridos por Galicia, País Vasco y Cataluña". La otra parte de su intervención la empleó en intentar convencer de que la propuesta de financiación es necesaria por la “discriminación” que ha sufrido históricamente Cataluña. “Cataluña está exhausta, económicamente estresada”. Finalmente, retó al PSOE a "votar contra" la toma en consideración del texto del Estatuto de Cataluña si pretende "desnaturalizar" el citado proyecto.
No faltó la ya sistemática amenaza de ERC al Gobierno, esta vez respecto a las voces discrepantes dentro del PSOE. No deben "equivocarse" porque los republicanos son sus "aliados" para hacer políticas progresistas en el conjunto del Estado y hasta ahora han actuado con "lealtad" a Zapatero dando "estabilidad" a su Gabinete.
Josu Erkoreka (PNV) también centró su discurso en arremeter contra los que critican el Estatuto y, por extensión, el nacionalismo.
En este sentido, trató de diferenciar y definir como concepto contrario el "nacionalismo español", a su juicio, el verdadero peligro: "Dicen que España es la única nación, eso sí que es nacionalismo, del malo, nacionalismo imperial". Su conclusión fue barrer para casa: "Hoy se debate vuestro estatuto, mañana, no lo duden, estará aquí el nuestro, todo ello por el bien de todos".