L D (EFE) "Es ya el segundo en importancia en España y el quinto en Europa desde el punto de vista crematístico -360.000 euros-, y en lo literario seguro que va camino de convertirse en el primero, a menos que otros cambien mucho", dijo Vidal, ganador de la IV edición del Premio Torrevieja de Novela con "Los hijos de la luz", durante la presentación. Vidal, por su parte, explicó que el título de su libro parte "de la Segunda Epístola a los Corintios, de San Pablo, donde se dice que Satanás y los agentes del diablo se hacen pasar a menudo por agentes de la luz", pues se trata de "una novela de tramas ocultas", tres concretamente, que se entrecruzan "de forma que el lector no sabe qué tienen que ver unas con otras".
Son un asesinato irresuelto en Baviera en la segunda mitad del XVIII, el nacimiento de los 'illuminati' a finales de ese siglo, y el desarrollo de la Revolución Francesa, desde la ejecución de Luis XVI hasta el momento en que tiene el poder Robespierre. "Los hijos de la luz" tiene, según su autor, "elementos de los géneros policíaco e histórico y es además una novela grafológica", que habla "de lealtad, amistad y de la valentía de enfrentarse con el poder aun estando solos", movidos, como los protagonistas de su libro, "por la idea de que la razón está de su parte".
Son un asesinato irresuelto en Baviera en la segunda mitad del XVIII, el nacimiento de los 'illuminati' a finales de ese siglo, y el desarrollo de la Revolución Francesa, desde la ejecución de Luis XVI hasta el momento en que tiene el poder Robespierre. "Los hijos de la luz" tiene, según su autor, "elementos de los géneros policíaco e histórico y es además una novela grafológica", que habla "de lealtad, amistad y de la valentía de enfrentarse con el poder aun estando solos", movidos, como los protagonistas de su libro, "por la idea de que la razón está de su parte".
Después de que Cavallero y Hernández Mateo abrieran el acto, tomó la palabra Calvo Poyato, que dijo que "La orden negra" es una novela de ficción que arranca de un hecho histórico, la visita de Himmler, jefe de las SS nazis, a España en 1940, para ir a los monasterios de El Escorial y Montserrat, en busca de conocimientos esotéricos.
"Los nazis se sintieron atraídos por investigar determinadas líneas ocultistas; Himmler llegó a crear un centro de estudios, y hubo arqueólogos alemanes en Egipto, el Tíbet e Hispanoamérica, convencidos de que había objetos que podían darles mayor poder", recordó el autor.
Histórico es también, añadió, que a Himmler le robaron un maletín en su hotel de Barcelona, un maletín que no apareció hasta que, en 2003 y en la misma Barcelona, lo hace por obra este escritor, que nos cuenta qué contenía y quién lo arrebató.