L D (Agencias) Rajoy comenzó su intervención en el Debate de totalidad de los PGE vinculando las cuentas del Estado con el futuro de la propuesta estatutaria, aunque evitó citar la palabra "Estatuto" en todo momento refiriéndose una y otra vez al proyecto como "proposición de Ley Orgánica". La tesis del PP es que se trata de una reforma constitucional y no una estatutaria. Así, reprochó a Solbes que no hubiera explicado en su turno de palabra cómo puede afectar la aprobación del Estatuto catalán a los presupuestos. "Señor Solbes: Esto es una cuestión clave; es más, yo diría que ésta es la cuestión. Por eso resulta chocante que no haya mentado este punto crucial del que depende, nada menos, que la supervivencia de la función y la labor del propio ministerio de Hacienda", apostilló.
"¿Sobre qué estamos debatiendo?, ¿sobre unos presupuestos que tendrán una vida aproximada de seis meses o sobre unos presupuestos que durarán todo el año? --preguntó--. No es justa una cuestión menor; sin su esclarecimiento es imposible emitir un juicio fundado sobre este proyecto de Ley". En la misma línea, pidió al vicepresidente económico que aprovechase su intervención en el debate de Presupuestos Generales para aclarar si comparte que todas las comunidades autónomas, "como establece esa proposición de Ley Orgánica cuya admisión a trámite ha sido aprobada por la Mesa del Congreso", tengan capacidad normativa, recauden, gestionen e inspeccionen el cien por cien de los impuestos sobre la electricidad, alcohol, tabaco, hidrocarburos, el beneficio de las sociedades, el IVA o el IRPF.
Desaparición del Ministerio de Hacienda
"Dicho de otra manera: ¿está usted de acuerdo con la desaparición del ministerio de Hacienda del Gobierno de España por la extinción de las funciones para las que fue creado?", añadió. En este contexto, sentenció que no se puede hablar con "seriedad y rigor" de presupuestos si no se despeja "esta incógnita" dado que, a su juicio, el Estatuto es un riesgo "cierto y cercano; una voladura interna de nuestro sistema fiscal y presupuestario". "Y de lo que se trata ahora es de saber si los españoles pagarán los mismos impuestos y recibirán las mismas prestaciones y servicios durante todo el 2006 o sólo durante un periodo de éste", determinó.
Entonces, recordó que no existirían este tipo de dudas si el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no hubiera prometido a los catalanes que aprobaría en las Cortes la propuesta estatutaria que llegase desde Cataluña. "Si el señor Rodríguez Zapatero hace honor a su palabra tan solemne y empeñada, tendremos que concluir que el actual sistema fiscal y presupuestario y el propio ministerio de Hacienda tiene sus días contados", enfatizó.
A continuación, Rajoy se centró en la crítica concreta a los presupuestos de 2006 y en la defensa de su enmienda a la totalidad. No obstante, recuperó las referencias al proyecto de Estatuto catalán para cerrar su intervención: "Pocas cosas pueden expresar con tanta fuerza la existencia de un proyecto común, como la elaboración de un presupuesto común. Un presupuesto que refleja lo que deseamos hacer juntos, a lo que estamos dispuestos a contribuir juntos, de lo que esperamos beneficiarnos juntos", afirmó. "Elaboramos aquí las cuentas del Estado como representantes de la voluntad soberana de los españoles. Las elaboramos porque ellos han decidido que sea así. Han delegado en nosotros su poder y por eso están dispuestos a obedecer lo que aquí se resuelva, incluso lo que no les guste --argumentó--. Este debate pues materializa la voluntad de conformar una sola nación soberana tal y como acordamos en 1978".
Las "emociones privadas de Zapatero"
Rajoy resaltó que esa "voluntad" queda ratificada simbólicamente cada vez que los diputados se reúnen en Cortes para discutir "uno de los vínculos más sólidos de cualquier sociedad políticamente organizada: los ingresos y gastos de sus Administraciones Públicas". "En estos momentos, lamentablemente, se está cuestionando la voluntad del 78. Por caminos oblicuos se pretende, hasta donde se nos permite saber, parcelar la voluntad soberana de los españoles e imponernos un modelo de Estado que responda mejor a la sensibilidad estética y a las emociones privadas del señor Rodríguez Zapatero".
Finalmente, se mostró "seguro" de que la madurez demostrada por los españoles a lo largo de los últimos años "no consentirá frivolidades de semejante cariz" que puedan "dar al traste" con el modelo de Estado y "secar las raíces" que constituyen la principal riqueza de los españoles. "Es lo único que me tranquiliza: percibir, como percibo, que los españoles no están dispuestos a renunciar a la única fuerza que les ha permitido, les permite hoy y les permitirá en el futuro conquistar el lugar que merecen en el mundo moderno", concluyó.
La zafiedad de comparar Presupuestos y Estatuto
Ese fue el balance que para Solbes ha supuesto el discurso de Rajoy: zafio, por el hecho de incluir como argumento contra los Presupuestos el Estatuto de Cataluña. El elogio fue calificarle "fino jurista". Rajoy replicó: "No puedo devolverle el cumplido", precisamente por calificar de zafiedad la argumentación pero, añadió, "buscaré un elogio".
En el turno de réplica, Rajoy reprochó al Gobierno no tener "política monetaria ni cambiaria" y presentar unos presupuestos "menores que los que tenía en los años 92 y 93". Dicho esto, retomó el argumento del Estatuto: "Y puede tener muchos menos medios porque hay una propuesta de ley (Estatuto catalán) que dice que recaudará todos los impuestos y lo han apoyado los grupos que apoyan al Gobierno y la ha promovido el presidente del Gobierno".