L D (Europa Press) No obstante, Bargalló recordó que "un Gobierno es más que una, dos, tres o 16 personas" --lo que suma el presidente y los consejeros de la Generalidad--, "no es un proyecto personal", sino que "las personas son herramientas". En esta línea, el portavoz del Gobierno, Joaquim Nadal, que compareció junto a Bargalló, consideró que en el debate se ha demostrado la "continuidad clara del Gobierno" y se han "disipado todas las dudas" sobre el apoyo que ofrecen los partidos del tripartito al Ejecutivo que preside Pasqual Maragall.
Nadal esgrimió como prueba la "mayoría parlamentaria sólida que se ha expresado de forma renovada" votando hasta 122 propuestas de reafirmación del cambio político que supuso el Pacto del Tinell y rechazó que el Ejecutivo esté en situación de "provisionalidad". Además, advirtió a CiU que "por mucho que se quiera someter a examen la solidez del tripartito, se ha demostrado que forma una mayoría de piedra picada, impecable, sin dudas ni fisuras".
El consejero primero añadió que "nadie ha conseguido demostrar" que el Gobierno "no gobierna o que lo hace mal", aunque sí admitió la voluntad del tripartito, del Gobierno y del presidente de la Generalidad de dar un nuevo impulso a la acción del Ejecutivo una vez superada la negociación del Estatut en Cataluña". Bargalló admitió el "error" del Gobierno, no de consejeros específicos, por no lograr que sus actuaciones lleguen a la población y lo atribuyó a "motivos diversos" como el propio Estatuto o la decisión del tripartito de "no gastar millones y millones en campañas de autobombo". "No hacemos eslóganes, gobernamos", sentenció.
Por contra, criticó la estrategia "efectista" de CiU y PP al presentar propuestas de resolución pidiendo la convocatoria de elecciones anticipadas o la dimisión de Maragall, respectivamente, y lo atribuyó al "interés" de la oposición de cuestionar al Ejecutivo pero no su actuación. Se trata, dijo Bargalló, de una "estrategia reiterada que nunca les ha salido bien" y llevó a comparar la actitud de los diputados de CiU en la última sesión del debate con el "comportamiento del PP en el Congreso", que "no es el normal y habitual en los debates del Parlament".
Bargalló justificó la negativa de los grupos del tripartito a aceptar propuesta alguna de CiU y PP alegando que defienden un modelo de país que "no es el nuestro", aunque admitió que la negociación era imposible por el "vicio de inicio" de pedir dimisiones y convocatorias electorales. Según Bargalló, "pueden hablar de final de legislatura pero ni se ha agotado ni el presidente ha disuelto la Cámara".