L D (EFE) Durante el debate de política general en el Parlamento catalán, el líder de ERC reconoció que el presidente de la Generalidad, Pasqual Maragall, su competencia en ejecutar los cambios que "crea oportunos" en el seno del Gobierno que consideró "normales en democracia de acuerdo con quien le asegura la mayoría parlamentaria" y que ERC, dijo, "asegura y renueva". Carod aprovechó para hacer un reconocimiento explícito de sus consejeros y no tuvo reparos en recordar que los republicanos "podríamos haber hecho otro" pacto en el que "nuestro nivel de poder sería superior". Los consejeros lo son "en función de unos pactos que se tienen que respetar y de unos espacios de responsabilidad negociados que no han caducado".
Durante su discurso, apeló al "seny" catalán en varias ocasiones. Así, recordó que Maragall que "ya es para siempre el presidente del Estatut" y añadió que "ahora nos toca a todos, todos, prudencia, calma, y seny para no estropear la unidad" lograda tras el pacto estatutario. "Difícilmente podemos vencer en el frente si tenemos problemas en la retaguardia", añadió.
También dijo que su grupo ya había sido objeto de dos cambios, él el primero –lo que obligó a una remodelación del Ejecutivo con la llegada de Josep Bargalló como Consejero primero- y después por la enfermedad del ya fallecido Pere Esteve. En este sentido, añadió que cualquier pacto posterior debe "revestirse de argumentos sólidos".
Maragall reconoció los "sacrificios" de los republicanos, sobre todo con la salida de Carod del Gobierno a raíz de su reunión con ETA en Perpiñán, "¿quién no ha cometido, en la vida privada o política, algún error?", fueron sus palabras para el líder de ERC. El presidente de la Generalidad quiso garantizar que "no habrá movimientos bruscos", pero "sí pensados, con prudencia, calma y seny". El presidente añadió que "esperaba, espero y seguro que seguirá llegando prudencia y calma" de las filas de ERC y en especial de Carod.
El líder de ERC advirtió que "no podemos iniciar las rebajas ni anunciar saldos antes de abrir la tienda", advirtió Carod ante la insistencia de Maragall de la necesidad de cambios en el Estatuto catalán. Para Carod, "es la hora del coraje, la calma y la construcción, de la alta política, y no de movimientos tácticos que no nos podemos permitir". "Tenemos un objetivo común, respetémoslo", sostuvo y recordó que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, comprometió su palabra.
La "guerra" contra Cataluña
Si el objetivo de Maragall es "cambiar España", Carod apostó por que "no nos cambien a nosotros" y cargó contra las "actitudes hipócritas sobre la Constitución" para asegurar que España "tiene una transición pendiente", comenzando por la reforma de la Carta Magna.
El líder de ERC se refirió a la "guerra mediática contra Cataluña" y apeló a que los "liberales, progresistas e intelectuales" rompan su "silencio" mientras "hablan los poderes fácticos, los militares, los directores de banco y hasta el seleccionador de fútbol". "Hay que desactivar el anticatalanismo permanente", añadió.
Tras las amenazas, gestos de humor
El lance se ha producido al término de la intervención del presidente de Esquerra en el debate de política general, cuando Carod-Rovira se ha percatado de que el rotulador que emplea Maragall para tomar notas se había quedado en la tribuna de oradores. "Para que no pueda ser dicho que aumento mi cuota de poder, le devuelvo a usted el rotulador que se ha dejado aquí en el atril", ha dicho Carod para cerrar su discurso, entre las sonrisas en el hemiciclo.
Otro de los momentos distendidos de la sesión se ha producido cuando, en plena réplica de Maragall a Carod, se ha acoplado el sistema de altavoces de la sala por el efecto de algún teléfono móvil. "No soy yo", ha asegurado Maragall a los diputados, echándose la mano al bolsillo para comprobar que su móvil estuviera apagado. "Yo ya lo he apagado por la mañana", ha añadido el presidente, a quien le había ocurrido una situación muy similar esta mañana en su réplica al líder de CiU, Artur Mas.