L D (Agencias) La alarma saltó en plena crisis de avalanchas de ilegales a las vallas de Ceuta y Melilla. En la rueda de prensa conjunta de Zapatero y el primer ministro marroquí, Driss Jettu, una periodista preguntó si se había tratado un posible acuerdo de cosoberanía de las ciudades autónomas con Marruecos. Jettu pasó la pregunta a Zapatero que no contestó.
El silencio generó una tormenta política que el PP decidió llevar al Congreso de los Diputados. Por Zapatero dieron la cara el ministro del Interior, José Antonio Alonso, y la vicepresidenta, María Dolores Fernández de la Vega. Ahora, el PSOE ha apoyado la moción del PP que deja el siguiente enunciado:
- "El Congreso de los Diputados manifiesta que las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla forman parte de forma incuestionable de la nación española y rechaza solemnemente cualquier petición de soberanía por parte del Reino de Marruecos".
El texto contó con el rechazo de ERC, IU-ICV y formaciones nacionalistas. Este fue el único punto que resultó aprobado del catálogo de medidas presentadas por el Partido Popular para evitar que se repitan nuevas avalanchas de inmigrantes subsaharianos en las fronteras de ambas plazas norteafricanas.
El punto primero contó con el apoyo de 283 diputados, frente a 24 votos negativos y una abstención de una socialista que pidió al presidente de la Cámara Baja, Manuel Marín, que se le cambiase el voto a afirmativo ya que durante la votación sólo se le permitió la opción de la abstención.
El debate de la iniciativa enfrentó al diputado 'popular' Francisco Antonio González con el resto de portavoces. El primero hizo hincapié en que los ciudadanos de Ceuta y Melilla tienen una sensación de "indefensión" por parte del Gobierno central. "Hay que tomar medidas pero antes de los muertos", insistió el representante del PP, quien culpó al Ejecutivo de la actual situación al impulsar una política "errónea" de inmigración.
El socialista Antonio Hernando subrayó que los habitantes de ambas ciudades no necesitan la moción del PP para reafirmar su españolidad. "Quieren reabrir debates que no existen", reprochó a los escaños del PP por su actitud propia de la "derecha más vetusta". Por ello, se preguntó qué le pasa a la derecha española para que vuelva "a las andadas" en un momento en el que la españolidad de ambas plazas norteafricanas "no la cuestiona nadie", sin alusión al clamoroso silencio de Zapatero.