(Libertad Digital) Harold Pinter reconoce ser un “delegado activo” y conferenciante de Cuba Solidarity Campaign, una organización procastrista que asegura, entre otras cosas, que Cuba es una democracia y Castro no es un dictador. En marzo de 2005 firmó un manifiesto de apoyo a Castro en el que se aseguraba que en Cuba "no ha existido un solo caso de desaparición, tortura o ejecución extrajudicial", junto a firmantes como Rosa Regás, Belén Gopegui, Joaquín Sabina, Alfonso Sastre, Luis Eduardo Aute, José Luis Sampedro , José Saramago, Eduardo Galeano, Rigoberta Menchú, Frei Betto, Adolfo Pérez Esquivel o Augusto Roa Bastos.
El 10 de septiembre de 2001, en Florencia, aseguraba que Estados Unidos era “el poder más peligroso que el mundo jamás había conocido” que debía “ser resistido”. De forma coherente, nueve días después de los atentados, firmó una carta al diario londinense Daily Telegraph junto a otros artistas británicos en la que, tras un breve lamento por los muertos en Nueva York, se pide a Estados Unidos que no tome ninguna represalia contra aquellos países que “se dice” que albergan terroristas, calificando el 11-S como una respuesta a la política exterior norteamericano.
Sin embargo, su crítica abarca también la guerra de Yugoslavia, que le llevó a calificar a Blair y Clinton como criminales de guerra y equiparaba al presidente demócrata de Estados Unidos con Milosevic en “crueldad y salvajismo”. Participó en el “Comité Internacional para defender a Slobodan Milosevic”, una campaña internacional para liberar al presidente serbio de la “detención ilegal” y posterior juicio en La Haya.