Todos los partidos catalanes han destacado la nueva definición de Cataluña a excepción del PPC. Su representante, el diputado Francesc Vendrell, ha afirmado que "el Estatut no puede definir a Cataluña como nación, porque nación soberana sólo hay una", en alusión a España.
Vendrell ha alertado de que, cuando el resto de partidos apoya esta denominación, lo hace "con segundas intenciones", puesto que "no hablamos de nación cultural", y ha subrayado que "hay un 70% de ciudadanos de este país que se sienten tan catalanes como españoles y al revés", por lo que "no se puede jugar con los sentimientos". El diputado ha augurado al PSC "problemas" con el PSOE en el Congreso por este concepto, y ha añadido que si la reforma se aprueba finalmente en la Cámara baja "este partido deberá reformar el documento de Santillana del Mar".
Mientras, el portavoz del gobierno catalán, Joaquim Nadal, se ha felicitado por el "reconocimiento" de la nación catalana en el Estatuto en nombre del PSC, y ha dicho esta definición no supone "una huida hacia adelante", sino "poner las cosas en su lugar".
En cuanto a CiU, su portavoz parlamentario, Felip Puig, ha remarcado que el reconocimiento de Cataluña como nación "no es una apelación ornamental", y que esta definición debe servir para "justificar la singularidad de Cataluña como una nación dentro de un Estado".
En nombre de ERC, su portavoz parlamentario ha dicho que, aunque se defina a Cataluña como nación, ello no implica que "Cataluña sea hoy un Estado, qué más querríamos", y ha subrayado que, con esta denominación, se deja claro que "Cataluña no es como La Rioja".
Por su parte, el diputado Jaume Bosch, en representación de ICV, ha destacado que el Estatuto de 1932 se refería a Cataluña como "región autónoma", que el actual habla de "nacionalidad", y que "ahora afirmamos que somos una nación", con lo que "se acaba la anomalía política de no podernos definir de acuerdo con la opinión del Parlament".
Asimismo, todos los partidos menos el PPC han destacado que el Estatuto "equipare" el catalán al castellano en el Estatut, mientras que el representante del PPC ha lamentado que el Estatut defina a los catalanes como "ciudadanos del Estado", y ha subrayado: "no somos ciudadanos del Estado, somos ciudadanos españoles, nos guste o no".
Finalmente no fue posible ninguna transacción en este punto, el que afirma que la escuela pública "es laica", y que ha representado el principal escollo en la negociación de este título. El rechazo del tripartito a las tres enmiendas de CiU que pretendían suprimir el término laico, profundizar en el reconocimiento del sistema de educación concertada y garantizar el "derecho de los padres" a educar a sus hijos "de acuerdo con sus convicciones morales, religiosas, filosóficas y pedagógicas", provocó el voto en contra de la federación al conjunto de este primer título del Estatut.