(Libertad Digital) Zapatero pronunció estas palabras en un mitin pronunciado ante 17.000 personas en el Palau Sant Jordi de Barcelona para arropar al candidato socialista a la Generalidad. El presidente del Gobierno afirmó entonces que el triunfo de Maragall abriría una "puerta de oxígeno" para derrotar al PP en marzo. A cambio, Zapatero prometió "respetar y apoyar" el "autogobierno y la identidad catalanas" y votar a favor del nuevo Estatuto.
El líder del PSOE insistió en que, en contra de lo que decían PP y CiU, Pasqual Maragall "no pondrá en riesgo la unidad de España ni será un peligro para la identidad y el autogobierno de Cataluña". Su efecto sería más bien el contrario, según Zapatero: "será un problema serio para los independentistas y los centralistas, y la solución para Cataluña y la España plural". Por ello, el entonces líder de la oposición aseguró que cuando gobierne en España su Ejecutivo "comprenderá, respetará y ayudará a avanzar en la identidad y el autogobierno de Cataluña", y "respetará y ayudará a su presidente, Pasqual Maragall".
Zapatero reiteró ese día su compromiso de apoyar la reforma del Estatuto que se aprobara en el Parlamento de Cataluña, de apoyar la creación de un Eje Pirenaico, de reformar el Senado para que sea una cámara de representación de las autonomías y de trasladar a Cataluña algún organismo del Estado.
15 de diciembre de 2003: "El drama está servido"
Por su parte, el presidente de la Generalidad vaticinó un "drama" si no se aprobaba el Estatuto nada más comenzar su mandato. Pasqual Maragall advirtió en su discurso de investidura de que "el drama está servido" si el Gobierno central, en esos momentos en manos del Partido Popular, adoptaba posiciones contrarias a sus propuestas de autogobierno, entre la que destacaba su reforma del Estatuto.