L D (EFE) Pero es que si Ferrero se anotó las dos primeras mangas (rotura decisiva del servicio rival en el duodécimo juego de la primera; y en el cuarto del segundo), ello se debió más a cometer menos errores y aprovecharse del alto número cometido por Seppi que por buen tenis del español. Con 2-0, calor y el público (no llenó la nueva Pista Central) correcto, sin dar impresión de la temida "encerrona", todo parecía encaminado para un triunfo de Ferrero, incluso por tres sets.
Pero no fue así. El otrora número uno mundial entró en gran crisis y elevó el nivel de un Seppi al que convirtió en héroe y al que empezaron a entrarle su saque y una buena gama de profundos golpes, combinados con dejadas a las que Ferrero no llegaba. Y es que Ferrero pareció desangelado, errático, no golpeaba ni se movía a gusto, dejaba al rival fáciles bolas en medio de la pista y no daba velocidad a sus golpes, pues golpeaba la bola excesivamente en fase descendente. Seppi, en cambio, empezó a golpearla en la parte ascendente y, con ello, ganó en potencia.
Así, Seppi encadenó siete juegos consecutivos, que le dieron el tercer set, por un contundente 6-0, y le ponían con 1-0 en el cuarto. Pero, sobre todo, animaba a su público y él mismo se creyó ya el triunfo. Ferrero, en cambio, daba cada vez peor impresión. La cuarta manga se la llevó Seppi, por 6-3, con una rotura del saque de Ferrero en el cuarto juego.
Se iba al quinto y decisivo, Y pintaban mal las cosas para Ferrero. Sin embargo, el español jugó bien los cuatro primeros juegos e, incluso, dispuso de dos bolas de rotura en el largo cuarto. No las materializó y ahí terminaron sus opciones de triunfo.
Seppi se hizo con el débil saque de Ferrero en el quinto juego y ya voló hacía el triunfo, máxime tras romper nuevamente el servicio del español en el séptimo. Al final, el italiano puso la guinda de la victoria incluso con un "ace". Se llevaba el prime punto, haciendo soñar a su equipo con el "milagro". Pero lo peor, además de la derrota, fue la impresión dejada por Ferrero, que hizo "héroe" a un jugador bueno, pero poco más. Tanto que ya hay quien apunta que no podría jugar y ser sustituido el domingo, donde debe jugar el quinto encuentro.
Pero no fue así. El otrora número uno mundial entró en gran crisis y elevó el nivel de un Seppi al que convirtió en héroe y al que empezaron a entrarle su saque y una buena gama de profundos golpes, combinados con dejadas a las que Ferrero no llegaba. Y es que Ferrero pareció desangelado, errático, no golpeaba ni se movía a gusto, dejaba al rival fáciles bolas en medio de la pista y no daba velocidad a sus golpes, pues golpeaba la bola excesivamente en fase descendente. Seppi, en cambio, empezó a golpearla en la parte ascendente y, con ello, ganó en potencia.
Así, Seppi encadenó siete juegos consecutivos, que le dieron el tercer set, por un contundente 6-0, y le ponían con 1-0 en el cuarto. Pero, sobre todo, animaba a su público y él mismo se creyó ya el triunfo. Ferrero, en cambio, daba cada vez peor impresión. La cuarta manga se la llevó Seppi, por 6-3, con una rotura del saque de Ferrero en el cuarto juego.
Se iba al quinto y decisivo, Y pintaban mal las cosas para Ferrero. Sin embargo, el español jugó bien los cuatro primeros juegos e, incluso, dispuso de dos bolas de rotura en el largo cuarto. No las materializó y ahí terminaron sus opciones de triunfo.
Seppi se hizo con el débil saque de Ferrero en el quinto juego y ya voló hacía el triunfo, máxime tras romper nuevamente el servicio del español en el séptimo. Al final, el italiano puso la guinda de la victoria incluso con un "ace". Se llevaba el prime punto, haciendo soñar a su equipo con el "milagro". Pero lo peor, además de la derrota, fue la impresión dejada por Ferrero, que hizo "héroe" a un jugador bueno, pero poco más. Tanto que ya hay quien apunta que no podría jugar y ser sustituido el domingo, donde debe jugar el quinto encuentro.