(Libertad Digital) El caso que relata el diario El Mundo es el de un preso de 53 años condenado por violación en la prisión de Ponent en Lérida. S.C.C. ha recibido el medicamento más de una vez y lo solicitó para mantener relaciones sexuales durante las visitas que recibía.
La única explicación que se ha dado es que de igual manera que se les receta medicamentos mucho menos polémicos, también se les entrega el viagra. Sin embargo, antes de eso, un urólogo debe pasar consulta para elaborar una lista de los presos que sufren disfunción eréctil y poder así recetarles la pastilla.
Un portavoz de Justicia, citado por el diario, manifestó que este hecho es normal y está dentro de la legalidad. Además, subrayó que este medicamento es recetado porque sufren una enfermedad: "los presos están privados de libertad, pero no de otros derechos".