
Preguntado por si se están dando los pasos correctos para alcanzar un Estado español de naciones, el número dos del Gobierno gallego cree que "se están dando pasos", pero advierte de que "sería conveniente" que a José Luis Rodríguez Zapatero "no le temblasen las piernas para aplicar su compromiso de que apoyará los estatutos que le lleguen de las comunidades autónomas". "Se han puesto los cimientos, pero ahora parece que puede mostrar algunas dudas y sería bueno que dejáramos actuar a los Parlamentos autonómicos", concluye el independentista gallego.
La réplica la daba el ministro de Defensa, José Bono, que en una entrevista en Catalunya Radio, se ha opuesto a que el nuevo Estatuto catalán incluya el concepto de nación para definir a Cataluña por entender que ello puede interpretarse como una "expectativa de Estado de Estado o de estructura estatal en este momento o en el futuro". "Yo no creo que me corresponda favorecer la proliferación de estados dentro de la nación española", ha dicho el ministro, para quien el Estatuto debe reformarse en el marco de la Constitución. A continuación, ha añadido: "No soy separatista, pero no quiero ser separador, como algunos discursos de algunos líderes de la extrema derecha española, a quienes encantaría que en Cataluña hubiera una mayoría de separatistas para justificar sus ideas, como les encantaría que ETA tuviera una actitud de determinado signo para poder justificar más sus ideas sobre el terrorismo. Yo quiero lo mejor para mi país aunque no gane las elecciones".
En la misma línea, el ministro del Interior, José Antonio Alonso, afirmó, en declaraciones a Onda Cero, que el término nación "está constitucionalmente reservado a España", por lo que el resto "son nacionalidades y regiones". En referencia a la posibilidad de que alguna de esas reformas estatutarias pudiesen superar el marco constitucional, Alonso dijo que "a las autonomías y al concepto nación, que han sido objeto de debate en la literatura política durante siglos, les conviene la Constitución".