(Libertad Digital) No se esperaban sorpresas en la sexagésima Asamblea General de la ONU pero el contraste entre algunas de las medidas aportadas en materia de lucha contra la pobreza resume bien las diferencias entre los países miembros. Otros asuntos como el terrorismo parece que deberán esperar porque falta consenso.
El discurso del presidente del Gobierno español se centró en lanzar un mensaje con intención: usando los términos "guerra" y "combate", José Luis Rodríguez Zapatero quiso poner encima de la mesa la guerra Irak como antítesis de lo que debe significar la labor de las Naciones Unidas. Pero lo hizo precisamente en un día en el que al menos 155 obreros iraquíes morían en Bagdad a manos de los terroristas de Al-Qaeda. Nadie, por cierto, mencionó de forma explícita a los muertos de este miércoles.
En lo que se refiere a la lucha contra la pobreza, mientras el presidente de EEUU abogaba por eliminar barreras arancelarias para permitir el comercio de los países pobres, la llamada Alianza contra Pobreza no se ponía de acuerdo en su medida: gravar los billetes de avión. El núcleo duro de esta Alianza –España, Alemania, Francia, Argelia y Chile– no tuvo consenso y se produjeron incidentes: Zapatero asumió la iniciativa pero se reservó el derecho de aplicarla cada uno a su manera. Hubo confusión. La medida de Bush llegó con más claridad.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha apostado este miércoles en la reunión de alto nivel sobre Financiación al Desarrollo en la ONU por que se reduzcan los costes de envío de las remesas que hacen los emigrantes a sus respectivos países de origen. Según dijo el presidente español, en el año 2002, tales remesas "totalizaron" 80.000 millones de dólares y se estima que en la actualidad ha sobrepasado los 100.000 millones anuales.
Zapatero constató que este fenómeno de las remesas supone ya la segunda fuente más importante de capital para los países en vías de desarrollo, por encima incluso de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD). "Hay que crear las condiciones para que desplieguen todo su potencial y por eso, hay que reducir los costes de envío para que no se quede tanto dinero en el camino", señaló el presidente español en su intervención de cinco minutos. Asimismo, consideró que, para que ese dinero ayude más al desarrollo, hay que facilitar el acceso a microcréditos de las familias receptoras para que puedan emprender iniciativas y proyectos. "A la vez, deberían realizarse campañas de sensibilización para que tanto emisores como receptores de remesas velen por la adecuada inversión de unos recursos que puedan convertirse en multiplicadores del desarrollo", propuso el jefe del Ejecutivo español.
La solidaridad no es para España "sólo una palabra"
Por otro lado, Zapatero subrayó en su discurso que la solidaridad no es para España "sólo una palabra" y, por ello, explicó que se aportará una cantidad de 240 millones de dólares durante los próximos 20 años al proyecto de la Alianza Global para Vacunas e Inmunización. "De 2006 a 2025 desembolsaremos, cada año, 9 millones de euros. Con esta aportación ayudaremos a salvar cada año miles de vidas", hizo hincapié.
En este sentido, indicó que España también ha adoptado medidas en materia de deuda externa, participando "activamente" en las iniciativas de condonación de deuda multilateral con los países pobres muy endeudados, así como proyectos de canje de deuda por inversiones públicas en ámbitos como la educación, el medio ambiente o infraestructuras cuando se trata de países con renta media altamente endeudados.
"La comunidad internacional debe premiar y no penalizar los esfuerzos de los que van consolidando cierto grado de desarrollo, pues es en estos países intermedios donde viven, no lo olvidemos, cuatro de cada cinco pobres del mundo", opinó Zapatero sobre las medidas para afianzar los progresos de los Estados de renta media y que no caigan en una involución.
ZP promete dar el 0,7 por ciento en el año 2012
El presidente del Gobierno reiteró los objetivos de duplicar la Ayuda Oficial al Desarrollo en cuatro años. "Vamos cumpliendo (estos objetivos) año a año. En 2006, cumpliremos con el compromiso adoptado en Monterrey y en 2008 alcanzaremos el 0,5% del PNB", manifestó Zapatero. Además, insistió en que hay una cifra y una fecha para la meta de solidaridad que exigen, básicamente, las organizaciones no gubernamentales: "Queremos aportar a la solidaridad con los más necesitados el 0,7 por ciento de nuestra riqueza nacional en 2012", dijo Zapatero.
Del dinero que España destine a la Ayuda Oficial al Desarrollo, Zapatero indicó que una quinta parte se destinará a servicios sociales básicos como nutrición, salud o educación. Igualmente, al menos otro 20% se dirigirá a los países menos avanzados y la cooperación con los países más pobres de África será la que "más crezca" en los próximos años.