L D (EFE) Sobre la mesa y coincidiendo también con el inicio del curso escolar y con el debate parlamentario de la LOE está desde este lunes la propuesta que el PP ha trasladado al Gobierno para alcanzar un pacto en materia educativa. La tendencia de los últimos años a incrementarse el número de alumnos matriculados en España como consecuencia del repunte demográfico y de la inmigración se ha consolidado este año.
Tras los riojanos, canarios, cántabros y valencianos, que comenzaron las clases la pasada semana, se han incorporado a las aulas (de los centros públicos) los del resto de Comunidades Autónomas, excepto en Baleares y Andalucía, donde el curso escolar comenzará oficialmente el 14 y el 15, respectivamente.
Paralizados desde el pasado año los aspectos más conflictivos (itinerarios, asignatura de Religión y prueba de reválida) de la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE) aprobada la pasada legislatura y a la espera de que se sustancien los cambios previstos en la LOE, el nuevo curso comienza sin apenas novedades respecto al anterior. Destaca entre estas la extensión de los planes de refuerzo y apoyo para mejorar el rendimiento de los alumnos de Primaria y Secundaria Obligatoria (ESO) con dificultades, una iniciativa que comenzó a implantarse en el último trimestre del pasado curso en siete Comunidades Autónomas en los dos últimos cursos del ciclo de Primaria.
Según las previsiones del Ministerio de Educación, los cambios previstos en la LOE, que irá acompañada de una memoria económica valorada en más de 6.000 millones de euros de gasto educativo adicional compartido entre administraciones en cinco años, no se harán visibles hasta el próximo curso escolar (2006-2007).
La nueva reforma educativa (sexta de la democracia) propone mantener la asignatura de Religión, incorporar el idioma y la informática desde los 5 años, así como interrumpir el paso de curso con más de 3 suspensos, y enfatiza además en la importancia de la enseñanza de la lectura, la escritura y las matemáticas.
Ante el inicio de la tramitación de la LOE en el Congreso, la ministra de Educación y Ciencia, María Jesús San Segundo, mantuvo en una entrevista con EFE que el Gobierno no tiene "ningún miedo" a las discrepancias legítimas que enriquezcan el debate, siempre que no sea "un oponerse por oponerse". Incidió además en que la LOE no supone una amenaza para los centros concertados, sino que busca un "equilibrio" entre el derecho de elección de las familias, la igualdad de oportunidades y la programación educativa que corresponde a las administraciones.
Sin apenas incidencias, los alumnos de los ciclos de infantil y de primaria comenzaron el curso escolar en numerosas Comunidades Autónomas, lo que ha incidido en el tráfico rodado de muchas ciudades.
Tras los riojanos, canarios, cántabros y valencianos, que comenzaron las clases la pasada semana, se han incorporado a las aulas (de los centros públicos) los del resto de Comunidades Autónomas, excepto en Baleares y Andalucía, donde el curso escolar comenzará oficialmente el 14 y el 15, respectivamente.
Paralizados desde el pasado año los aspectos más conflictivos (itinerarios, asignatura de Religión y prueba de reválida) de la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE) aprobada la pasada legislatura y a la espera de que se sustancien los cambios previstos en la LOE, el nuevo curso comienza sin apenas novedades respecto al anterior. Destaca entre estas la extensión de los planes de refuerzo y apoyo para mejorar el rendimiento de los alumnos de Primaria y Secundaria Obligatoria (ESO) con dificultades, una iniciativa que comenzó a implantarse en el último trimestre del pasado curso en siete Comunidades Autónomas en los dos últimos cursos del ciclo de Primaria.
Según las previsiones del Ministerio de Educación, los cambios previstos en la LOE, que irá acompañada de una memoria económica valorada en más de 6.000 millones de euros de gasto educativo adicional compartido entre administraciones en cinco años, no se harán visibles hasta el próximo curso escolar (2006-2007).
La nueva reforma educativa (sexta de la democracia) propone mantener la asignatura de Religión, incorporar el idioma y la informática desde los 5 años, así como interrumpir el paso de curso con más de 3 suspensos, y enfatiza además en la importancia de la enseñanza de la lectura, la escritura y las matemáticas.
Ante el inicio de la tramitación de la LOE en el Congreso, la ministra de Educación y Ciencia, María Jesús San Segundo, mantuvo en una entrevista con EFE que el Gobierno no tiene "ningún miedo" a las discrepancias legítimas que enriquezcan el debate, siempre que no sea "un oponerse por oponerse". Incidió además en que la LOE no supone una amenaza para los centros concertados, sino que busca un "equilibrio" entre el derecho de elección de las familias, la igualdad de oportunidades y la programación educativa que corresponde a las administraciones.
Sin apenas incidencias, los alumnos de los ciclos de infantil y de primaria comenzaron el curso escolar en numerosas Comunidades Autónomas, lo que ha incidido en el tráfico rodado de muchas ciudades.