LD (EFE) González ha explicado que se trata de una operación que ha sido calificada de hostil por Endesa y que pone en riesgo o causa perjuicios a los ciudadanos de la Comunidad de Madrid y a todos los españoles. González explicó que de tener éxito, la OPA hostil supondrá la concentración en una sola entidad de todas las formas de la energía, controlada por una entidad económica financiera (en alusión a La Caixa) y a su vez controlada por una determinada fuerza política, el tripartito catalán.
La operación, ha declarado Ignacio González, "responde a una estrategia política y económica que nosotros no compartimos" y por ello la decisión del Gobierno madrileño de mantenerse atento a lo que suceda con esta operación para "defender los intereses de nuestros ciudadanos y la prestación de servicios que una concentración de este tipo podría poner en riesgo". Añadió que esta operación rompe su creencia de que "estábamos en un país con economía de mercado y sana competencia" y que su opinión es que Cajamadrid se comportará "como un accionista más de Endesa" y que confía en que la caja "defienda, como entidad de Madrid que es, los intereses de los consumidores madrileños".
La Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, alertó sobre los peligros que se derivarían de la desaparición de un competidor en el mercado energético. Según su portavoz, "los consumidores serán de nuevo los paganos de la historia", pues "si ya en la práctica se da un reparto del mercado y ahora se da un paso más hacia un escenario en que apenas existirán dos operadores, el resultado será que habrá que pagar más por la luz". Por su parte, la Unión de Consumidores de España, UCE, tiene "serias dudas sobre los beneficios o ventajas que pueda reportar a los consumidores esta concentración en el mercado energético español".