LD (EFE) El huracán fue rebajado a tormenta tropical el lunes, después de arrasar las principales ciudades costeras de esos estados con vientos de más de 200 kilómetros por hora y lluvias torrenciales que paralizaron las actividades portuarias y comerciales, causando daños cuya recuperación tardará semanas o meses, según las autoridades.
Hasta el momento no se ha hecho un cálculo de los daños, pero, según han adelantado, éstos serán de niveles récord. Las empresas aseguradoras ya han señalado que la tormenta les podría significar una sangría de hasta 26.000 millones de dólares, lo que la convertiría en la más onerosa de la historia de EEUU. Esa cifra superaría con creces el récord de 20.900 millones de dólares que tuvieron que pagar tras el paso del huracán "Andrew" que hizo impacto en el sur de Miami en 1992.
Hasta el momento no se ha hecho un cálculo de los daños, pero, según han adelantado, éstos serán de niveles récord. Las empresas aseguradoras ya han señalado que la tormenta les podría significar una sangría de hasta 26.000 millones de dólares, lo que la convertiría en la más onerosa de la historia de EEUU. Esa cifra superaría con creces el récord de 20.900 millones de dólares que tuvieron que pagar tras el paso del huracán "Andrew" que hizo impacto en el sur de Miami en 1992.
Otros cálculos más moderados señalan que los daños podrían ser de entre 10.000 y 25.000 millones de dólares. La agencia de calificación de riesgos "Standard and Poor's" calculó los daños entre 12.000 y 15.000 millones de dólares, debido a que la tormenta no llegó a tocar Nueva Orleans.
El huracán empuja al alza los precios del crudo
La primera consecuencia de la tormenta se evidenció el lunes en los precios del petróleo, que aumentaron cinco dólares por barril, para superar los 70 antes de bajar a 67 en el mercado estadounidense. El huracán obligó a evacuar las plataformas en el Golfo de México que representan alrededor de una cuarta parte de toda la producción de petróleo y gas natural del país. Eso significará una importante pérdida de la capacidad de refinado de las empresas petroleras con consecuencias directas para el precio de la gasolina.