(Libertad Digital) El ministro Bono comenzó su intervención reconociendo la labor "nunca lo suficientemente reconocida" del Ejército. Tras justificar que por razones de sentimiento tenía que volver a nombrar a los 17 soldados fallecidos, les calificó de "personas sencillas". También dedicó parte de su intervención inicial a repasar los datos biográficos de los militares muertos. Todos ya conocidos: la mayoría jóvenes, algunos de ellos con sólo 20 años, otros casados, con hijos... Ha llamado a los soldados "españoles sin fronteras".
Bono también justificó la presencia española, "legal", en Afganistán ante "una especie de milagro laico" que supone la celebración de elecciones en septiembre y que haya mujeres entre los candidatos. Aquí sí, reconoció el ministro, los soldados españoles luchan contra el terrorismo. Sin embargo, matizó que esta misión no forma parte de la operación "Libertad Duradera" que promovió Estados Unidos tras el 11-S, sino de la ISAF, en la que, además de España, participan 35 países con casi 10.000 efectivos.
El titular de Defensa detalló la hora y las condiciones en las que salieron los dos helicópteros siniestrados. Se trataba de un vuelo táctico, a muy baja altura, para evitar que los aparatos fueran alcanzados por misiles con infrarrojos o por lanzagranadas. También señaló que esa día, el pasado martes, el viento en cola era de 20 nudos, con rachas que alcanzaron los 31 nudos. El primer helicóptero, según la versión del titular de Defensa, "perdió el control y perdió parte de su fuselaje y del combustible", que posteriormente se incendió, haciéndo estallar la aeronave.
Más credibilidad a la hipótesis del accidente
Aunque tampoco en esta ocasión quiso pronunciarse sobre las causas del siniestro, volvió a apoyarse en la hipótesis del viento "que alcanzó hasta un tercio de la velocidad del vehículo y en unas condiciones adversas". Lo hizo explicando que se limitaba a exponer lo que recoge el informe remitido desde Herat, lo que le ha trasladado el jefe del Estado Mayor de la Defensa y diversos testimonios de testigos. Sobre el riesgo de los soldados españoles en Afganistán, reconoció que "existen, los militares los asumen". Sin embargo, "en la zona, la hostildiad de la población civil no se percibe o no existe y el riesgo es moderado".
En su comparecencia ante la comisión de Defensa, recalcó que no puede ofrecer una "respuesta indiscutible" a la tragedia, sino diversas hipótesis que aún puede mantener un cierto grado de verosimilitud. Su exposición no pretendió ser "ni dogmática ni definitiva", y aseguró que no se considerará "mezquino" a quien discrepe. Sin embargo, al desgranar hipótesis y eliminar posibilidades, pareció dar más credibilidad a la idea del accidente, apuntando al vuelo bajo, justificado para evitar el fuego hostil, y al fuerte viento de cola de unos 20 nudos, con rachas de hasta 35 nudos.
Bono, que basó su exposición en el informe técnico inicial que anoche le fue remitido desde Herat por el general presidente de la comisión de investigación de accidentes aéreos, junto con informes del Jefe del Estado Mayor de la Defensa y testimonios de personas con opinión cualificada, relató que el día 16 despegaron los dos helicópteros del Ejército de Tierra llevando cada uno a bordo doce hombres, más las tripulaciones correspondientes.
Los Cougar ya estuvieron en Irak
Bono precisó que los Cougar contaban tanto con dispensadores de bengalas como deflectores de radiación infraroja, instrumentos que sirven para la distracción de misiles. Según sus palabras, los helicópteros que España tiene desplegados en Afganistán son "los mejores" con los que cuentan las Fuerzas Armadas y ya fueron utilizados por el anterior Gobierno del PP en la misión llevada a cabo tras la guerra de Irak. "Se mandaron lo mejor que tenemos".