L D (Europa Press) El dirigente popular, Mariano Rajoy, comentó el resultado de la crisis generada a raíz del fallecimiento de un agricultor almeriense en el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas de Mar a finales del pasado mes de julio. En su opinión, "el director general de la Guardia Civil ha quedado muy tocado en el caso Roquetas", porque ha quedado en entredicho su "prestigio" y "su respaldo de los propios miembros de la Guardia Civil".
Por ello, considera que "tiene bastante poco sentido que el actual director general de la Guardia Civil siga asumiendo esa responsabilidad y es muy difícil que nadie lo discuta en este momento". Además, considera que la labor del Gobierno en su conjunto "no fue mejor". Argumenta esta afirmación por entender que "a lo largo de varios días intentaron ocultar a la opinión pública la gravedad de lo que se había producido".
"Luego –prosiguió– se tomaron decisiones que se fueron cambiando según se les fue ocurriendo". Así, citó que, en primer lugar, se produjo una primera suspensión del servicio, luego una sanción de unos meses, luego otra sanción de otros meses. Después, precisó, "se anunció una comparecencia en el Parlamento que se fue adelantando a medida que la opinión pública iba presionando para que esto se produjera y, por parte del ministro se produjo una declaración que a mi me resultó sorprendente y es que había habido resistencias a la investigación".
Mariano Rajoy considera que cuando un ministro realiza una afirmación de estas características "o lo prueba y, por tanto, dice quién es el que se resiste y toma medidas o queda en un pésimo lugar". Sin embargo, asegura que lo único que ha existido, por parte del presidente del Gobierno, es una afirmación de que "las cosas se habían hecho bien". Pero, afirmó: "yo creo que las cosas no se hicieron bien". Argumentó, en este sentido, que todo se hico "con mucho retraso".
Gómez Arruche no tiene ni la autoridad, ni el respaldo
Así, según Rajoy, hubo "por parte del Ejecutivo, primero un intento de ocultamiento, luego una gestión de la crisis que, en mi opinión, era manifiestamente mejorable". A lo que se suma, dijo, que "el director general de la Guardia Civil no puede, en este momento, porque no tiene, ni el respeto, ni la autoridad, ni el respaldo de los miembros de la Guardia Civil, seguir ni un minuto más en su puesto".
Además, acusó al Ejecutivo de "no defender a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado", algo que calificó de un "enorme error". "Si hay algo que se hizo mal, como en este caso, hay que tomar medidas, con arreglo al propio reglamento disciplinario de la Guardia Civil, pero no se debe propiciar el que una parte importante de la población, al final, tenga la sensación de que la Guardia Civil no es lo que todos sabemos que es, un cuerpo ejemplar, que cumple sus funciones y que defiende la libertad y los derechos de las personas", apostilló.
Mariano Rajoy dijo desconocer si el Ejecutivo ha intentado utilizar este caso para desprestigiar y después sustituir al director general de la Guardia Civil. Pero sí recordó que Gómez Arruche "fue una propuesta del ministro de Defensa" y apuntó que "las relaciones entre el ministro de Defensa y el de Interior son manifiestamente mejorables". Algo, señaló, que "se ha visto en la propia crisis que se ha producido en Roquetas".
Zapatero tiene que mediar entre Defensa e Interior
Sin embargo, considera que, en una situación de estas características, quien tiene que mediar es el presidente del Gobierno. Pero recuerda que, en este caso como en otros muchos "hemos oído muchas cosas que han quedado en nada". "Primero –argumentó– se dijo que se iba a hacer un Mando único de las FCSE, luego se dijo que eso no era posible, luego se nombró a una persona, propuesta por el ministro de Defensa como director general de la Guardia Civil y todo el mundo sabe que no hay buena relación dentro del Ministerio del Interior".