LD (EFE) La productividad, o trabajo generado por cada trabajador durante una hora, aumentó un 2,2 por ciento en el periodo entre abril y junio, por debajo del 3,2 de los primeros tres meses del año.
Por otro lado, los costes por unidad laboral, indicador clave de la inflación y la presión sobre los beneficios, aumentaron un ligero 1,3 por ciento, muy por debajo del incremento del 3,6 por ciento del primer trimestre.
La mayoría de analistas de Wall Street había pronosticado que la productividad aumentaría a un ritmo del 2 por ciento anual en el segundo trimestre y que los costes por unidad laboral subirían un 2,8 por ciento. El incremento menor de lo esperado del coste por unidad laboral podría ahuyentar los temores de los mercados a un repunte inflacionario.
En líneas generales, los incrementos rápidos de la productividad empresarial permiten a las compañías incrementar los salarios sin tener que traspasar el coste a los consumidores a través de un aumento de los precios de sus productos o servicios. Cuando la productividad se aminora, los márgenes de ganancias también se ven amenazados a menos que las empresas aumenten los precios de sus productos.
Por otro lado, los costes por unidad laboral, indicador clave de la inflación y la presión sobre los beneficios, aumentaron un ligero 1,3 por ciento, muy por debajo del incremento del 3,6 por ciento del primer trimestre.
La mayoría de analistas de Wall Street había pronosticado que la productividad aumentaría a un ritmo del 2 por ciento anual en el segundo trimestre y que los costes por unidad laboral subirían un 2,8 por ciento. El incremento menor de lo esperado del coste por unidad laboral podría ahuyentar los temores de los mercados a un repunte inflacionario.
En líneas generales, los incrementos rápidos de la productividad empresarial permiten a las compañías incrementar los salarios sin tener que traspasar el coste a los consumidores a través de un aumento de los precios de sus productos o servicios. Cuando la productividad se aminora, los márgenes de ganancias también se ven amenazados a menos que las empresas aumenten los precios de sus productos.