L D (Agencias) El pasado jueves el Ministerio de Defensa informó de que había impuesto la suspensión de funciones por seis meses, el máximo previsto en esta situación según la Ley, al teniente de la Guardia Civil del cuartel de Roquetas de Mar, que ya tenía desde el pasado 26 de julio un expediente abierto por parte del Instituto Armado que planteaba tres meses de suspensión.
El Departamento que dirige José Bono decidió el mismo 4 de agosto imponer también la suspensión de funciones por seis meses a los siete guardia civiles implicados en el hecho mientras que al guardia alumno que se encuentra imputado se le mantiene la suspensión de tres meses.
Antecedentes
Con anterioridad a este caso, el pasado mes de febrero otro vecino de la localidad de Roquetas de Mar, Juan M. San Martín, denunció al mencionado teniente por "malos tratos" hacia su hijo al que, según el padre, "le pegaron todo lo que quisieron durante varios días porque le detuvieron". Esta denuncia, a la que tuvo acceso Europa Press el pasado 28 de julio, asegura que el joven había sido "detenido y maltratado por el teniente de la Guardia Civil de Roquetas de Mar".
Detalla la denuncia que "estando esposado, le pegaron todo lo que quisieron" y explica que el chico "al decir que no le pegaran más y al mover la cabeza, le dio un cabezazo al teniente". El motivo de la denuncia fue que su hijo "fue amenazado de muerte" ya que "el teniente le dijo que sabía donde vivía y, si no, mandaría a dos personas y lo encontrarían en una zanja".
Por otra parte, el viernes pasado el abogado de los agentes de la Guardia Civil, Gustavo Arduán, sostuvo que "sí hubo golpes por parte de los agentes, pero para reducir a la víctima, que presentaba cuadros de gran violencia" mientras que el abogado de la familia del fallecido, José Ramón Cantalejo, consideró que los agentes se están "autoexculpando" en sus declaraciones.