L D (EFE) Según ha informado la policía autonómica, las dos jóvenes francesas, Laura E., de 19 años, y Omara Maaian B., de 18, fueron detenidas este lunes acusadas de una simulación de delito después de que finalmente confesaran haberse inventado la violación para que las devolvieran a su domicilio.
Las dos jóvenes se presentaron el lunes pasado en la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Roses (Girona), con la ropa desgarrada y varios cortes en el cuerpo, y, muy exaltadas y entre sollozos, explicaron a los agentes que habían sido agredidas sexualmente por un grupo de cuatro jóvenes.
Las chicas explicaron que los cuatro jóvenes las habían recogido en su coche cuando ellas estaban haciendo autoestop para regresar a su país. Según el relato de las detenidas, en vez de llevarlas a Francia los jóvenes las encerraron en un piso de Roses, donde intentaron mantener relaciones sexuales con ellas y, al ser rechazados, las agredieron con un estilete. Una de ellas, explicaron, había logrado escapar de sus captores sin haber sido agredida sexualmente, pero que la otra había sido violada.
Los Mossos d'Esquadra acompañaron a las chicas al hospital para ser reconocidas por un forense pero, instantes después de que se iniciara el examen, una de las jóvenes se derrumbó y acabó confesando que la historia era falsa. Las detenidas, que carecen de antecedentes, explicaron que habían inventado ser víctimas de una agresión sexual con la esperanza de que la policía se encargaría de devolverlas a sus domicilios en Francia.
Las dos jóvenes se presentaron el lunes pasado en la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Roses (Girona), con la ropa desgarrada y varios cortes en el cuerpo, y, muy exaltadas y entre sollozos, explicaron a los agentes que habían sido agredidas sexualmente por un grupo de cuatro jóvenes.
Las chicas explicaron que los cuatro jóvenes las habían recogido en su coche cuando ellas estaban haciendo autoestop para regresar a su país. Según el relato de las detenidas, en vez de llevarlas a Francia los jóvenes las encerraron en un piso de Roses, donde intentaron mantener relaciones sexuales con ellas y, al ser rechazados, las agredieron con un estilete. Una de ellas, explicaron, había logrado escapar de sus captores sin haber sido agredida sexualmente, pero que la otra había sido violada.
Los Mossos d'Esquadra acompañaron a las chicas al hospital para ser reconocidas por un forense pero, instantes después de que se iniciara el examen, una de las jóvenes se derrumbó y acabó confesando que la historia era falsa. Las detenidas, que carecen de antecedentes, explicaron que habían inventado ser víctimas de una agresión sexual con la esperanza de que la policía se encargaría de devolverlas a sus domicilios en Francia.