L D (EFE) Según un portavoz policial de Birmingham, ubicada a 175 kilómetros al noroeste de Londres, tras las detonaciones controladas no se han hallado indicios de mecanismos explosivos.
Inicialmente la Policía restringió sólo el paso de vehículos al centro de Birmingham, pero posteriormente decidió evacuar a la población de las zonas aledañas a Broad Street, la arteria principal de la ciudad, y del barrio chino, como "medida de precaución". La cadena de televisión Sky News cifró en 20.000 el número de personas evacuadas en esa ciudad del centro de Inglaterra tras la alarma policial.
Previamente, la Policía de West Midlands, zona a la que pertenece Birmingham, emitió una alarma en la que pedía a la población que evitara el centro de la ciudad y que se vigilaran restaurantes, bares y lugares de entretenimiento, así como a las personas que en ellos entrasen. Aunque fuentes de la policía de Birmingham dijeron que esta acción policial no tiene nada que ver con los atentados del jueves en Londres, según testigos presenciales, el ambiente entre el público fue de tensión y confusión.
La alarma de Birmingham se producía 60 horas después de los atentados en Londres, que han dejado hasta ahora un saldo de 49 muertos, más de 700 heridos y unos 25 desaparecidos, tras el estallido de tres bombas en el ferrocarril metropolitano y una cuarta en un autobús, cuando miles de personas se dirigían a sus centros de trabajo al inicio de la jornada laboral del jueves.
Inicialmente la Policía restringió sólo el paso de vehículos al centro de Birmingham, pero posteriormente decidió evacuar a la población de las zonas aledañas a Broad Street, la arteria principal de la ciudad, y del barrio chino, como "medida de precaución". La cadena de televisión Sky News cifró en 20.000 el número de personas evacuadas en esa ciudad del centro de Inglaterra tras la alarma policial.
Previamente, la Policía de West Midlands, zona a la que pertenece Birmingham, emitió una alarma en la que pedía a la población que evitara el centro de la ciudad y que se vigilaran restaurantes, bares y lugares de entretenimiento, así como a las personas que en ellos entrasen. Aunque fuentes de la policía de Birmingham dijeron que esta acción policial no tiene nada que ver con los atentados del jueves en Londres, según testigos presenciales, el ambiente entre el público fue de tensión y confusión.
La alarma de Birmingham se producía 60 horas después de los atentados en Londres, que han dejado hasta ahora un saldo de 49 muertos, más de 700 heridos y unos 25 desaparecidos, tras el estallido de tres bombas en el ferrocarril metropolitano y una cuarta en un autobús, cuando miles de personas se dirigían a sus centros de trabajo al inicio de la jornada laboral del jueves.