L D (Agencias) El Papa recordó que las relaciones entre la Iglesia y el Estado italiano se basan en el principio del Concilio Vaticano II, que establece que la comunidad política y la Iglesia son autónomas e independientes y dijo que "ambas, aunque a título diverso, están al servicio de la vocación personal y social de las mismas personas humanas".
Por eso, Benedicto XVI cree que "es legítimo un Estado laico en virtud del cual las realidades temporales se rijan según sus propias normas, sin excluir las referencias éticas que encuentran sus cimientos en la religión". Instó además a que el pueblo italiano "no sólo no reniegue de la herencia cristiana que forma parte de su historia, sino que la custodie celosamente y la lleve a producir aún frutos dignos del pasado".
El presidente de la República italiana, por su parte, recordó "con orgullo" el laicismo del Estado italiano y, tras citar el texto del Concordato que establece la separación de éste con la Iglesia, subrayó que "es necesaria la distinción entre credo religioso y actividad social y política". Además, afirmó que "ello ha consolidado, en los decenios, una profunda concordia entre Iglesia y Estado".
Por eso, Benedicto XVI cree que "es legítimo un Estado laico en virtud del cual las realidades temporales se rijan según sus propias normas, sin excluir las referencias éticas que encuentran sus cimientos en la religión". Instó además a que el pueblo italiano "no sólo no reniegue de la herencia cristiana que forma parte de su historia, sino que la custodie celosamente y la lleve a producir aún frutos dignos del pasado".
El presidente de la República italiana, por su parte, recordó "con orgullo" el laicismo del Estado italiano y, tras citar el texto del Concordato que establece la separación de éste con la Iglesia, subrayó que "es necesaria la distinción entre credo religioso y actividad social y política". Además, afirmó que "ello ha consolidado, en los decenios, una profunda concordia entre Iglesia y Estado".