L D (EFE) "Teniendo en cuenta el dinamismo persistente de la demanda interior, la actividad debería acelerarse a más del 3 por ciento de aquí a 2006", subraya la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su informe divulgado, en el que recuerda que en 2004 la economía española se aceleró al 2,7 por ciento, frente al 1,8 por ciento de media de la zona euro.
La evolución de la economía española, según el escenario de los autores del informe, diverge cada vez más de la media de la zona euro, para la que la OCDE ha corregido a la baja sus previsiones de crecimiento al 1,2 por ciento para 2005 y al 2 por ciento para 2006, sobre todo por el mal comportamiento de Alemania, Italia y Francia. El Club de los países desarrollados pide al Banco Central Europeo (BCE) una reducción de sus tipos de interés para estimular la demanda interna en los grandes países de la zona euro.
La evolución de la economía española, según el escenario de los autores del informe, diverge cada vez más de la media de la zona euro, para la que la OCDE ha corregido a la baja sus previsiones de crecimiento al 1,2 por ciento para 2005 y al 2 por ciento para 2006, sobre todo por el mal comportamiento de Alemania, Italia y Francia. El Club de los países desarrollados pide al Banco Central Europeo (BCE) una reducción de sus tipos de interés para estimular la demanda interna en los grandes países de la zona euro.
España seguirá aumentando su déficit comercial
Con respecto a España, los autores del documento advierten de que el déficit comercial "va a seguir pesando sin duda sobre la actividad", y que pese a la recuperación de las exportaciones en 2004 por la fuerte demanda exterior, se ha perdido cuota de mercado. El informe de la OCDE subraya que ese déficit comercial ya tuvo un efecto negativo del 1,7 por ciento sobre el crecimiento en 2004, y auguran un aumento del agujero de la balanza de operaciones corrientes desde el 4,9 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) del año pasado al 6,2 por ciento este año y al 6,7 por ciento el próximo. Eso será consecuencia de una progresión mucho más rápida de las importaciones (8,4 por ciento en 2005 y un 8,7 por ciento en 2006) que de las exportaciones (5,2 por ciento este año y 6,9 por ciento el siguiente).
Otra de las sombras del informe es el riesgo de nuevos aumentos del petróleo que podrían repercutirse en los salarios de forma más acusada que en el conjunto de la zona euro, a causa de los mecanismos de revalorización, lo que reduciría todavía más la competitividad. La OCDE señala que en el primer trimestre de 2005 la actividad ha estado marcada por una "vigorosa progresión del PIB tirada por la demanda interior" que, después de haber aumentado un 4 por ciento en 2004, debe acelerarse al 4,2 por ciento este año gracias a las "fuertes creaciones de empleo" y a los efectos positivos sobre el patrimonio del "dinamismo del mercado de la vivienda".
El componente más dinámico de esa demanda interna será la inversión en máquinas y equipamientos, mientras que el alza de la inversión en el sector de la construcción no marcará más que "una ligera ralentización" dada la situación de tipos de interés bajos. Los autores de esta edición de las 'Perspectivas Económicas' de la OCDE, sin ser tan alarmistas sobre los riesgos de la fuerte subida de los precios de la vivienda, señalan que una expansión de la inversión en ese sector mayor de lo esperado "podría estimular todavía más la demanda interior, lo que acentuaría las tensiones inflacionistas y aumentaría el déficit de los pagos corrientes".
El "Club de los países desarrollados" subraya que la creación de empleo se ha acelerado ligeramente y que, pese al alza de la tasa de actividad de la población activa, el índice de paro ha seguido bajando al 10,2 por ciento al final del primer trimestre, y augura que seguirá descendiendo hasta el 9,8 por ciento en 2006. En cuanto a los precios, explica que la subida del petróleo y de los productos alimentarios elevó su variación interanual hasta el 3,5 por ciento en abril, pero que la inflación subyacente (que no tiene en cuenta esos dos elementos más volátiles) "se ha moderado un poco". La OCDE estima que la inflación media este año será del 3,1 por ciento para bajar al 2,6 por ciento en 2006.
De la política presupuestaria española, prevé que, después del déficit del 0,3 por ciento del PIB en 2004 por la regularización de ciertos gastos excepcionales anteriores, haya "un excedente presupuestario un poco más importante que lo previsto" (0,5 por ciento del PIB en 2005 y 0,6 por ciento en 2006), gracias entre otras cosas al efecto de la regularización de inmigrantes.
Con respecto a España, los autores del documento advierten de que el déficit comercial "va a seguir pesando sin duda sobre la actividad", y que pese a la recuperación de las exportaciones en 2004 por la fuerte demanda exterior, se ha perdido cuota de mercado. El informe de la OCDE subraya que ese déficit comercial ya tuvo un efecto negativo del 1,7 por ciento sobre el crecimiento en 2004, y auguran un aumento del agujero de la balanza de operaciones corrientes desde el 4,9 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) del año pasado al 6,2 por ciento este año y al 6,7 por ciento el próximo. Eso será consecuencia de una progresión mucho más rápida de las importaciones (8,4 por ciento en 2005 y un 8,7 por ciento en 2006) que de las exportaciones (5,2 por ciento este año y 6,9 por ciento el siguiente).
Otra de las sombras del informe es el riesgo de nuevos aumentos del petróleo que podrían repercutirse en los salarios de forma más acusada que en el conjunto de la zona euro, a causa de los mecanismos de revalorización, lo que reduciría todavía más la competitividad. La OCDE señala que en el primer trimestre de 2005 la actividad ha estado marcada por una "vigorosa progresión del PIB tirada por la demanda interior" que, después de haber aumentado un 4 por ciento en 2004, debe acelerarse al 4,2 por ciento este año gracias a las "fuertes creaciones de empleo" y a los efectos positivos sobre el patrimonio del "dinamismo del mercado de la vivienda".
El componente más dinámico de esa demanda interna será la inversión en máquinas y equipamientos, mientras que el alza de la inversión en el sector de la construcción no marcará más que "una ligera ralentización" dada la situación de tipos de interés bajos. Los autores de esta edición de las 'Perspectivas Económicas' de la OCDE, sin ser tan alarmistas sobre los riesgos de la fuerte subida de los precios de la vivienda, señalan que una expansión de la inversión en ese sector mayor de lo esperado "podría estimular todavía más la demanda interior, lo que acentuaría las tensiones inflacionistas y aumentaría el déficit de los pagos corrientes".
El "Club de los países desarrollados" subraya que la creación de empleo se ha acelerado ligeramente y que, pese al alza de la tasa de actividad de la población activa, el índice de paro ha seguido bajando al 10,2 por ciento al final del primer trimestre, y augura que seguirá descendiendo hasta el 9,8 por ciento en 2006. En cuanto a los precios, explica que la subida del petróleo y de los productos alimentarios elevó su variación interanual hasta el 3,5 por ciento en abril, pero que la inflación subyacente (que no tiene en cuenta esos dos elementos más volátiles) "se ha moderado un poco". La OCDE estima que la inflación media este año será del 3,1 por ciento para bajar al 2,6 por ciento en 2006.
De la política presupuestaria española, prevé que, después del déficit del 0,3 por ciento del PIB en 2004 por la regularización de ciertos gastos excepcionales anteriores, haya "un excedente presupuestario un poco más importante que lo previsto" (0,5 por ciento del PIB en 2005 y 0,6 por ciento en 2006), gracias entre otras cosas al efecto de la regularización de inmigrantes.